Editorial | Inacción ante el problema de los colegios

La concentración en el Colegio Quevedo de toda la comunidad educativa pone en evidencia el hartazgo existente ante la inacción para paliar los problemas y deficiencias severas que presenta este centro. Una anormalidad que se extiende también a otros colegios de la capital de la provincia. Pero quizá lo que más llama la atención entre los afectados y entre la opinión pública es la sensación de inacción que se está ofreciendo. Tras el debate vivido hace unos meses por este mismo problema, quedó claro que las competencias de mantenimiento de las instalaciones corresponde al Ayuntamiento de León, mientras la Junta, con su Consejería de Educación, se hace cargo de la construcción de los colegios y las grandes reformas de reposición. Pero pasa el tiempo, agravándose los déficits por ejemplo por el temporal, sin que nadie tome la iniciativa. Resulta llamativo en pleno año electoral tanta dejadez y quizá soberbia.