Diez años hace que Villablino perdió los cursos de verano que marcaban un pulso cultural diferenciador de la comarca. También amenazaba con apagarse el espíritu de Eduardo Arroyo y su festival de música en Robles de Laciana. Para devolver el latido de la cultura y la implicación medioambiental nace la Fundación Arzal, que involucra a varias universidades y organismos, además de empresas. Las actividades se desarrollarán en las instalaciones de la Fundación Sierra Pambley. Una iniciativa que merece un apoyo unánime desde todas las instituciones, y la implicación de todos los agentes sociales y económicos no sólo de la comarca, sino de toda la provincia. La Junta ya forma parte del proyecto. Hay herencias que no pueden dejarse perder en una comarca tan castigada.