Editorial | A medio camino con el trayecto ya marcado
La pandemia llegó hace más de un año para torcer todas las previsiones, pero no ha paralizado la actividad de fondo ni las tramitaciones a medio y largo plazo que venían de antes, y que sentarán las bases del futuro. El mandato del equipo municipal de León llega a su ecuador marcado más por las debilidades del equilibrio de búsqueda de las mayorías y por la ya bochornosa división de los socialistas leoneses que por los logros de dos años de gobierno que han conseguido avances visibles, pero que dejan también muy atrás compromisos fundamentales para el avance de la ciudad. Las peatonalizaciones y el cambio radical del centro de la ciudad será una de las señas de identidad que el mandato de José Antonio Diez deje para el futuro; junto con el desarrollo de mejoras urbanas de la mano de unos fondos Edusi que fueron gestionados en anteriores etapas.
La movilidad (con el adelanto en varios meses del límite a 30 kilómetros por hora, por ejemplo) será uno de los legados fundamentales de un mandato que tiene todavía en la cartera cumplir uno de sus compromisos iniciales fundamentales: establecer las bases para que León sea una ciudad suficientemente atractiva para que retorne el talento. De momento la pandemia ahonda las grietas de un entramado económico que sigue basándose en sectores especialmente sensibles a los vaivenes del consumo; y debilitado en un cambio de modelo tan proclamado como inexistente.
En los dos años que quedan las grietas abiertas por el caso Travesí y los intereses de los socios de gobierno pueden ser claves para sacar adelante las muchas cuestiones pendientes.