La necesidad de poner orden en Gersul sin que prescriban deudas
El nuevo equipo de gobierno de la Diputación tiene entre sus prioridades el solventar la crisis permanente que sufre desde hace años Gersul, el consorcio para la gestión del centro de tratamiento de residuos de San Román de la Vega. La institución hereda una situación grave, en la que se acumulan sentencias judiciales y que tiene una cierta urgencia porque hay pendientes recibos por un valor de ocho millones de euros que precisan una tramitación sin más dilaciones para evitar que prescriban.
El problema de las basuras fue asumido por la Diputación hace ya más de 20 años pero siempre ha permanecido la duda de si es el ente que tiene que ocuparse directamente cuando en realidad son los grandes ayuntamientos de la provincia —y en especial León y Ponferrada— los que generan la gran mayoría de los residuos.
En estos momentos Gersul mantiene una deuda millonaria con la UTE que gestiona la planta de San Román. Y tras reiterados cambios de criterio ahora la gestión de los recibos vuelve a estar en manos del servicio recaudatorio de la Diputación.
Más allá de las urgencias sería positivo que entre todas las administraciones se alcanzase un acuerdo para conseguir un marco estable que ponga orden en el consorcio. La gestión de lo público tiene que hacerse con unos criterios que garanticen la estabilidad y eso parece que nunca ha llegado a Gersul.
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