Editorial | ¿Privatizar en un Ayuntamiento con mucha plantilla y alcalde del PSOE?

Hay decisiones políticas que son difícilmente entendibles. La apuesta por privatizar por parte del equipo de gobierno integrado por concejales elegidos en las listas del PSOE y de Unidas- Podemos resulta, como mínimo, llamativa, por no decir contradictoria. Desde la izquierda se defiende de manera permanente la necesidad de apostar por lo público, de evitar la intervención de empresas privadas en la gestión de los servicios de las administraciones. Y además, en el caso del Ayuntamiento de León, durante años se ha denunciado la existencia de una plantilla sobredimensionada, que acabó llevando las cuentas municipales a un atolladero que ha costado mucho superar.

Con estas circunstancias cabe preguntarse por el interés en contratar el mantenimiento de la ciudad a una empresa privada a la que se le pagarán 14 millones de euros hasta el año 2025.

Lamentablemente todo parece producto de esa práctica habitual en política que consiste en cambiar de manera radical de postura cuando se transita de la oposición al gobierno. Supone una actitud cínica y producto de un afán de engaño al ciudadano sobre la que debería facilitar explicaciones urgentes el alcalde José Antonio Diez. En política la coherencia es una máxima exigible, como también la lealtad al menos a las ideas defendidas. Lo contrario es el oportunismo y genera esa creciente desafección de la sociedad hacia unos políticos que amoldan sus principios a las circunstancias.

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