EDITORIAL
Una cita clave para que León aclare si quiere un buen futuro
León es un territorio que marca récords en merma de población activa, la emigración o el envejecimiento
El domingo, los leoneses están convocados a una movilización con mucha más relevancia de la que se le otorga desde diversos sectores. En juego está la posibilidad de que León envíe un mensaje claro sobre la necesidad de que se cambien las tendencias con la llegada de medidas reales y eficaces para paliar sus males. El diagnóstico es compartido por una inmensa mayoría, como también esa necesidad de que se activen medidas. Hacen falta inversiones, que se impulsen las infraestructuras, y que se propicie la llegada de más empresas para recuperar tejido industrial, empleo y jóvenes.
Quizá haya sectores de la sociedad que hacen cálculos, incluso con cierto temor, sobre qué va a ocurrir, tanto sobre el número de participantes en la manifestación como por los mensajes que prevalezcan. Los precedentes de este tipo de movilizaciones, y sus consecuencias, al igual que las incontables promesas que nunca fructificaron, no animan a implicarse en una jornada que debe ser relevante. Incluso desde Aemet se aventura la posibilidad de que llueva. El 16-F es una oportunidad que no debe desaprovecharse. Es cierto que hay otras demandas que se harán presentes, como ocurrió hace cinco años, con fines variados y, previsiblemente, con pancartas que aprovechen para demandar una autonomía propia leonesa. El escaparate es tentador, pero también sería importante que el mensaje enviado más allá de las fronteras de León supere ese sueño de algunos, para no convertirlo en un trampantojo que permita a las administraciones parapetarse ahí, sin escuchar y atender la demanda de una tierra que va a menos cada día que pasa. Los retrasos en todo tipo de proyectos y la ausencia de alternativas al final del carbón han dejado tocado de muerte a un territorio que marca récords en estadísticas tan terribles como en la merma de población activa, la emigración o el envejecimiento. Son imprescindibles y urgentes políticas activas, con presupuestos, plazos y acciones eficaces.