Diario de León

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Hum… me pregunto en dónde va a guardar Andrés Trapiello su Medalla de Madrid. No es por dar ideas, pero un buen medallazo es mano de santo para aplastar a los mosquitos del foro, mi tierra de nacimiento, allí son como elefantes. Además, tampoco le veo utilizando para tal menester una primera edición de Galdós. Nada nada, a medallazos. Eso sí, conviene avisar, para apartarse a tiempo. La polémica sobre su revisionismo no pasó del fugaz despropósito. Concejales socialistas de la corporación madrileña, que no el grupo como tal, habían mostrado su rechazo a la concesión, por entender que la visión de nuestro paisano sobre la guerra civil es «revisionista». El ministro de Cultura puso sensatez. Ninguno de los reticentes pudo concretar donde peca de ello. ¿Pecar? Toda actividad intelectual —incluida esta mía— debe partir de un mínimo de revisionismo, en su búsqueda de la verdad. No conozco otra forma de avanzar en el conocimiento. Unos hechos quedan confirmados; otros, no.

Colón fue revisionista con la creencia de que la tierra era plana. Pues así, con todo. En sus ensayos, siempre muy documentados, Trapiello opina mucho y esto conlleva aportar visiones novedosas, pero también el riesgo de equivocarse. Lo importante es que acierta en lo esencial. No leamos solo a nuestro afín. Su voz enriquece nuestras letras, en la coincidencia y en la discrepancia. ¿No te gusta? No lo leas. Pero si disientes, que sea con fundamento. Lo contrario es aquello de «el Quijote es un tostón, si lo sabré yo que no lo he leído».

¿Es posible abordar sin ira la guerra civil? Sí, mi suegro, Juan Manuel Roa, lo hizo con sus vivencias en la iglesiona de Gijón, convertida en cárcel. Fue en unos textos autobiográficos, destinados inicialmente a la familia. «¿Y no guardaste rencor por el mal que a ti te hicieron? Lo guardé tan escondido que lo busco y no lo encuentro», escribió.

Todos deberíamos autorrevisionarnos cada cierto tiempo, pues existen muchas clases de frentes y de disparos. ¿Pudimos hacer menos daño, resultaba inevitable el que nos hicieron? También, ha vuelto a nuestra sociedad un revisionismo achulado, en ambos extremos. Y no se le espanta a medallazos, como a los mosquitos de Madrid. Solo con votos.

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