Diario de León

Creado:

Actualizado:

La crisis mundial desencadenada en 1929 dejó un rastro de maravillosas canciones. Unas tristes, como Brother, can you spare a dimme (Hermano, ¿puedes darme una moneda?), otras alegres, pues existe una vitalidad incombustible en la condición humana. Ambas abordaban lo que estaba ocurriendo. No creo que ninguna música esté contando y cantando ahora nuestra historia, no así. En 1930, el actor Dick Powell hizo muy popular When plenty of money and you (Con mucho dinero y contigo), que se hizo muy popular. Un milagro de optimismo socarrón, en tiempos aciagos. No, la alegría nunca es escapista, salvo para el causante de la desgracia. Woody Allen utilizó dicha canción para los títulos de crédito de su Granujas de medio pelo . Se dice en la letra: «Nunca he enviado a la gente con dinero/ Los amigos millonarios no se llevan tan bien»/Te tengo, pero carezco de dinero/ Sería una combinación estupenda/Oh, chica, qué no podría hacer/ con mucho dinero y contigo». Llevaba unos días canturreándola en la ducha, pero he dejado de hacerlo porque me pido bises y hay que ahorrar en agua caliente. Por cierto, a mi me gustan las versiones más antiguas, que suenan a calle y no a orquesta de Las Vegas. «El dinero no me sirve en grandes cantidades/ Es la raíz de todo mal, de la lucha y de la agitación/ pero aun así estoy seguro, cariño/ que la vida podría ser soleada/ con un montonazo de dinero sucio y contigo». Sí, el único atraco con final feliz es el que hacemos a Cupido. «Rápido, dame todo el amor que lleves encima». Pero ¿quién podría atracar a un ángel ciego?

Saco de la biblioteca pública «Poesía bohemia española», de Víctor Fuentes. Aunque somos viejos amigos, a mí nunca me habría incluido en su antología, ni siquiera como heterodoxo de los heterodoxos. Solo bebo naranjada y mi concepto de trasnochar es tener a las diez de la noche ya puesto el pijama. Tampoco soy de tertulias. ¿Un muermo? Conmigo nadie ha animado un guateque. Mi alegría es de otro tipo.

El buen humor no se deja vencer sin lucha. Mal otoño viene y peor aún vendrá el invierno. Pero… aún podemos cantar en la ducha una alegre y vieja canción. «¿Con agua fría?», me espetará mi cáustico lector. Ven, por eso no me gustan las tertulias,

tracking