Un futuro juntos
El periodismo genera mucho material efímero. Pero las guerras no mueren en el día, y las crónicas que Juan Francisco Martín, director de 8 Televisión, viene publicando en este periódico tampoco lo hacen, ni lo harán. Junto con el cámara Santiago Ordóñez ha estado en Ucrania para contarnos en la serie Objetivo Kiev lo que allí está ocurriendo, pero también para involucrarnos en la ayuda solidaria a este país. «El mundo moderno pasa muy pronto, le declaró Vergún Vladislav, agregado cultural el ayuntamiento de Kiev.
Y añadía : «Estoy seguro de que Dios nos juntó [a ucranianos y a leoneses] para un futuro». Martín ha logrado la exclusiva —no ha sido la única— de hablar con el comandante Zhorin, del regimiento Azov, pero siendo esto admirable aún lo es más la calidez humana que envuelve el proyecto, sin egos ni testosterona de pega, solo buenos profesionales tratando de hacer algo bueno por los demás.
Lo logran con creces. Escribe con frases cortas y directas, que no buscan hacer esteticismo con el dolor ajeno. La mejor medalla para quien nos informa sobre una guerra es sentir que no ha traicionado los valores que le inculcaron, tanto sus padres como sus maestros del oficio. Gracias por ello, colegas. Gracias, Transleyca y Asociación Leonesa de Ucranianos. Gracias a todos quienes han ayudado. Un entrevistado le habla de la «guerra terrorista contra Ucrania», pues lo es. Por ello, una mueca de desdén me irrumpió al leer que Miguel Ángel Revilla pide «al Zelenski este» que se rinda, pues — según él— Ucrania no tiene posibilidad alguna de ganar. Al político que lucha solo por mantener su propio sillón le cuesta entender otros combates.
Este año presentarán la película documental Objetivo Kiev, que será estrenada el mismo día y a la misma hora, en León y la capital ucraniana. Tienen material espectacular: 30 entrevistas, 40 historias, 15 horas de grabación, 15 programas especiales… para demostrarnos que aún es posible establecer largos corredores de fraternidad.
Me vienen a la memoria palabras de Vela Zanetti a una amiga del exilio: «Acepto una derrota política o militar, pero no quero ser derrotado espiritualmente». Ucrania no quiere ser derrotada de ninguna forma, y no lo será.