Hibernar

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, habla de hibernar la economía. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, amenaza con que no van a aceptar presiones de nadie, en un alarde de soberbia que retrata su concepto “podemita” de Democracia. ¿Puede alguien creer que hibernar es la palabra adecuada? ¿Pretende hacer creer el Gobierno que podemos echarnos a dormir y cuando despertemos todo seguirá igual? Es obvio que el confinamiento es quizá la única solución para preservar la salud del país, pero la explicación no alcanza para una España que ya es mayor de edad. Con el asunto de las vacaciones retribuidas la ministra de Trabajo se luce. Le dice al empresario que debe garantizar al trabajador el 100% del salario; y al empleado le dice que ya devolverá las horas no trabajadas. O sea que, tomando como referencia un bar es como decir que el camarero trabajará más horas porque el cliente se va a tomar las cervezas de ese día más una parte de las atrasadas. También se retrasará el horario de cierre, así que otra cervecita más. Y así se irá compensando la economía perdida. Sí, se trata de una simplificación, pero es que es imposible entender las explicaciones más allá de una apelación constante a la buena voluntad del español. Atajar la crisis sanitaria es lo prioritario, desde luego, y a eso nos empeñamos como país. Pero Díaz le pide al obrero que añada a su hipoteca una deuda de horas de trabajo imposibles de pagar porque quizá no haya empresario para cobrar. Banco sí.