Diario de León

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MoMo, es el acrónimo del sistema de monitorización de la mortalidad en España. Este sistema entre el 13 de marzo y el 22 de mayo, afloró más de 13.000 defunciones que no se habían «volcado» en los libros de los Registros Civiles. En ese periodo de tiempo las cifras de mortalidad se elevarían a 43.000, con un exceso de 13.000 sobre la cifra estimada o esperada que estaba en los 30.000. Me explico. La cifra esperada: 30.000. La cifra observada: 43.000. Exceso 13.000, lo cual supone más de un 55% de incremento sobre lo esperado.

La Aesprof (Asociación Española de Profesionales Sanitarios), ha elaborado un informe que llega a declarar 45.985, los fallecidos en España. Más de 15.000 de los esperados. El MoMo declaró que en los Registro Civiles había miles de certificados de defunción acumulados en «espera» de ser inscritos en los libros. Esta parálisis ha dejado algunas consecuencias que nos han sido trasmitidas como «excusas» de los cambios que sufren las cifras de muertos por Covid-19.

No entiendo porqué tanto experto junto trabajando y a la cabeza de ellos el Sr. Simón, sean incapaces de obtener los datos reales. Podemos preguntarnos, donde han ido a parar los 1.918 fallecidos que desaparecieron de las actualizaciones el pasado día 25 y, donde las cifras de afectados que nos dan cada día y que no se corresponden con la diferencia con el día anterior (entre ellos los sanitarios de cuyos números se nos informa sin convicción y ya son más de 52.000 los identificados); por otro lado el día 24 de mayo se nos informa de una cifra de fallecidos en el último día de 70 y un día después se nos dice que el número de fallecidos en los últimos 7 días es de 50. Les doy mis datos: llevamos en 7 días: 1-1-2-4- 2-0 y 0 fallecidos en las últimas 24 horas. La suma son 10. Sus cifras ¿35? Su labor es difícil Dr. Simón, no se nos escapa. Sus apariciones tienen que resultarle difíciles por cómo se han ido tergiversando. Han dejado «hacer» a las autonomías y cuando han querido tomar la iniciativa no han encontrado forma de unificar la trasmisión de datos, que hoy debe ser una tarea fácil, por cuanto las redes digitales pueden trasladar los datos si estos han sido bien recogidos en segundos.

Este número de fallecidos que a día de hoy declaran, tendrán que elevarse cuando las cifras se hagan transparentes. En algún sitio debe constar si se les hizo PCR, o si solo se hizo diagnostico «clínico». De repente pasaron a informar de los fallecidos solo por PCR+, con lo cual las cifras descendieron (25-mayo, 1918 menos que el día anterior). ¿Cuál es la verdadera razón?, con qué criterio? cual es la razón oculta, si la hay? y digo oculta porqué las explicaciones que nos dan son técnicas, engorrosas y por tanto difíciles de entender. ¿Qué dicen los certificados de defunción de estas 1.918 personas? ¿Y qué dicen el exceso de entre 13 y 15.000 muertes a mayores de las esperadas que supongo ya estén «volcadas» en los R. Civiles?

Se está hilando demasiado fino y tortuoso al mismo tiempo y quizás en el futuro se vislumbren las demandas que tendrá el Estado cuando haga públicas estas listas.

¿Hay autonomías que no declaran adecuadamente? Si es así, en un estado de alarma, se debe intervenir la competencia, el problema se detecta y se soluciona en el acto.

Los certificados de defunción, son documentos médico-legales, a los que tiene derecho cualquiera que debidamente lo solicite. Se debe pedir una copia literal del original e incluso copia convalidada del mismo documento. Se encuentran archivados en el Registro Civil. Esta certificación consta de una serie de apartados, identificación, hora, lugar, si era conocido o si se le identifica con DNI, nombre del o de los facultativos que lo firman con número de colegiado, hora aproximada del fallecimiento y tres apartados que son los relevantes en el pliego del certificado:

Causa fundamental del fallecimiento. Causa intermedia (padecimientos previos de interés) que a veces se obvia y causa inmediata que «casi» siempre es una consecuencia a la causa fundamental lleva al fallecimiento.

Ejemplo: Causa fundamental, infección por Covid-19 (Con diagnostico por PCR, Ac. o «clínico»). Causa intermedia (enfermedades crónicas). Causa inmediata: colapso cardiovascular secundario a doble neumonía provocada por infección por Covid-19

Ese entrecomillado que con intención he puesto sobre la palabra clínica, puede ser la razón de lo que sin duda será clave cuando los juzgados comiencen a trabajar en la «normalidad». Ahí es donde se debatirá si 13.000 muertes han sido incluidas en los registros como fallecidos por Covid-19 o si de alguna forma sus certificados exhiben otras razones como causa de su muerte (por lo general una causa intermedia).

Cada día se nos ofrecen unas «cifras» que parece ser derivan de una nueva estrategia de vigilancia… que puede persistir en el tiempo. Casi siempre la cifra que dan sumada al total del día anterior no coinciden, la razón que nos dan: son ajustes, por discrepancias en la nueva estrategia de vigilancia.

¿Tienen idea de los que no han pasado por los Servicios de Salud, por ser confinados en cuarentena telefónicamente, sin «ver» al paciente? ¿Tienen recuentos «reales» de los fallecimientos en Residencias de Ancianos (solo en Madrid 5.792)? ¿Hay un equipo único, que cada día «conecte» con los registros civiles, tome nota de número de muertos y causas de las mismas? Lo cierto es que han estado demasiado tiempo a «verlas venir» y la situación se les habrá ido de las manos.

Las depuraciones de la causa de muerte vendrán después y aquí es donde los damnificados pedirán explicaciones si se ven perjudicados y hasta algún no perjudicado pretenderá sacar tajada. En algún momento tendrán que añadir a los fallecidos, los que han muerto con diagnóstico de clínica compatible con Covid-19 o sospecha de Covid-19

Como también lamento las declaraciones del Dr. Simón (acosado por las preguntas en sus intervenciones) culpabilizando a los medios de comunicación de ser los que dan «los titulares».

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