Califragilístico y espiralidoso

La primera vez con Pica estaba Rajoy; con dos años de gobierno socialista, León ya se había dado cuenta de que Zapatero iba embalado a Sánchez, y Mariano podía pasearse entre vítores y arengas, y encomiendas de gana, por Dios. En eso estamos, decía Mariano. Mariano hablaba a la muchedumbre y el Pica (él mismo explicó afable y gentil en una entrevista de qué el apodo con el que se le conoció popularmente) observaba desde atrás a la audiencia; parapetado en la discreción de quien tiene una misión y se propone ejecutarla en plan profesional; muy profesional. En una selva de pobres y plebeyos, es difícil disimular el perfil que imprimen las clases acomodadas de la burguesía castellana, elaborado en serie por la factoría de Sisí, y otros hijos idolatrados de las élites que son poder desde el episodio de la expulsión del paraíso. Otro médico de Valladolid a la Junta, y la sanidad leonesa hecha unos zorros, concluyó entre las líneas escritas y no publicadas una crónica que nunca llegó a ver la luz. El capítulo del diván es indigesto si los fluidos biliares no están a la altura del banquete. A Pica le bastó el vuelo en ojo de halcón de aquel invierno cálido de hace más de tres lustros para saber hasta donde podía enviar la bola para someter en la cancha al rival, que son los leoneses. Baudilio Tomé, estrella mediática del PP de aquel momento, y formado en Harvard, podía dar una clase magistral sobre los tiempos y las oportunidades. El Pica fue prudente; estudió antes los tiempos, miró las veletas de Botines y los vientos dominantes junto al Palacio de los Guzmanes y luego mandó llover. Vaya que si mandó. No todos los médicos son iguales, aunque procedan de Valladolid centro. Igea se agarró al twitter y a los versículos del antiguo testamento para reconducir a golpe de likes y aleluyas un movimiento político que bebe directamente del hinchazón de gónodas de la ciudadanía, con los hijos en casa, sin trabajo, o en casa Dios, para comer; hay otra forma de hacer alta política de Estado mientras tu franquiciado leonés se bate con notas de prensa sobre el fracaso del alcalde al pintar Ordoño con acuarelas que sólo resaltan cuando llueve. Igea igual quería ser Pica; y aspirar a otro trending topic, como Casado con el espiralidoso que gritó este sábado