Diario de León

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Ante todo, coherencia. La monserga del noroeste en todas las recetas, igual no encaja con hacer chupipandi con Soria, que suspira por una salida al cierzo del Ebro, y una carretera desdoblada Duero abajo, que pronto se incluirá en la relación de disculpas que se emplean de carrerilla para negar la necesidad de los cuatro carriles que permitan llegar a Braganza, pero por La Bañeza; palmas con Segovia, como todo el mundo sabe, exponente de las rentas per càpita que permiten mirar al futuro a rebufo de las sinergias que centrifugan en torno al centro; sobran comentarios en relación a las inexistentes similitudes con Burgos, cabeza de Castilla, en materia industrial, económica, de trazas y comunicaciones; y resulta sonrojante sacar a colación a Valladolid en este debate de necesidades perentorias que mantienen a León en el borde del precipicio, sin solución y vuelta atrás en tantos aspectos que hacen innecesario someter la cuestión a debate. Igual, como herramienta política es una idea previsible de esta partitocracia sectaria que nos gobierna; auxilio de Tudanca, para soltarle otra vaquilla toreada al mano a mano de Igea y Mañueco, y entretener la espera a 2023; nada adecuada para el socialismo leonés, que acaba de pasar un desierto de un cuarto de siglo para tocar el pelo en algunas instituciones; no reporta beneficio palpable para la lucha de sacar a esta tierra de la miseria a la que le empujó el estado autonómico. De qué van a hablar que le interese a León es el quid de la cuestión. Otra cosa sería una cumbre con las alcaldesas de Gijón y La Coruña, con el alcalde de Vigo, para enseñarle a Ábalos los dientes de esta periferia que baña el mar y los terrenos baldíos que hasta en tiempos de los romanos gozaban de mejor posición de ahora. Una cumbre de alcaldes del noroeste; no una quedada de fin de semana con un puñado de ciudades pudientes en la que, encima, el pobre es el anfitrión. Lo más emocionante será cuando el señor de Valladolid exponga la teoría por la que el parque agroalimentario que se ideó de manera ladina para beneficiar a aquella tierra no va a dejarle ni las raspas a Torneros. De los creadores del perro y los collares, llega a León el concilio de alcaldes socialistas comunitarios; si lo llaman regional, sería apoteósico. Falta que la UPL se lo tome como un asunto personal; entonces sí que se va a formar la gozadera. Y con los carteles electorales listos para la imprenta.

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