Diario de León

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Esta crisis sanitaria que estamos padeciendo está dejando muchísmos frentes abiertos que con mayor o menos tino tratan de solucionar las administraciones a golpe de ayuda o de decreto. La economía, con todos sus sectores, la cultura, la educación, poco a poco se trata de compensar ese agravio que nos está causando la pandemia. Pero, ¿qué hay de ellos?, claro, ellos no piden nada. No reivindican sus derechos, ni se manifiestan, ni si quiera votan, y eso que con su sola presencia hacen felices a miles de personas, las hacen compañía, las cuidan, las guían si son invidentes, las protegen, velan por su ganado... ¿ya habéis caído? Sí, efectivamente, las mascotas, están siendo las grandes olvidadas de esta crisis, y eso que al principio, en la cuarentena, cuando pasear al perro era una de las pocas actividades que permitía hacer el estado de alarma, a algún lumbreras se le pasó la cabeza adoptar para aprovechar las circunstancia, en fin. Menos mal que las protectoras de animales, aunque suspendieran las adopciones durante ese tiempo, se encargaron de que ningún animal se quedara en calle durante la crisis, o bien por la lacra del abandono irracional que no entiende ni si quiera de estado de alarma, o porque sus dueños resultaran ser víctimas del virus. Pero si esperábamos que las administraciones, por lo menos en la provincia de León, se preocuparan del bienestar de las mascotas, ya podemos esperara sentados. Me ha sorprendido el gesto de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha sacado la sensibilidad de este lugar donde la tenía tan bien escondida y ha firmado un protocolo con el Colegio de Veterinarios de Madrid y con la Universidad Complutense para proteger a las mascotas de la posibilidad de que resulten contagiadas, en el caso de que eso sea posible ya que no hay evidencias claras, o bien porque sus dueños no puedan cuidarlas por contraer la enfermedad. Lo que sí se establece es un marco al que las familias con mascotas de Madrid puedan acudir ante el menor indicio de que sus animales puedan estar infectados para que puedan ser aislados convenientemente, tratados y estudiados. Aunque lo cierto es que todavía no se ha registrado ningún caso en España, está bien anticiparse a los caprichos del virus.

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