La pluma de Ribera es demasiado ligera
El grado de improvisación con el que actúa el ministerio para Transición Ecológica y Reto Demográfico me parece ya digno de estudio. Como se dice ahora, es para hacérselo mirar.
Primero nos la colaron bien con eso que se empeñaron en llamar transición justa, cuando se inició el proceso para desmantelar la minería en esta provincia que ya se culminó con el fulminante cierre de todas y cada una de las minas de unas cuencas que tenían en este sector la mayor parte de su riqueza. Y se hizo, como bien se dice en la montaña, vendiendo la piel antes que el oso, porque a día de hoy las miles de personas que dependían directamente de la minería siguen sumidos en un lunes al sol que parece no tener fin esperando por esas promesas que se hicieron desde el ministerio y en nombre del medio ambiente. Y es que el precio de la descarbonización en este país están pagando unos más que otros. Aunque en esto de esperar por promesas incumplidas los pueblos de León ya tienen callo.
Algo parecido esta pasando con el lobo, y con esa facilidad que tiene la ministra para firmar órdenes sin medir las consecuencias. No voy a ocultar mi satisfacción porque el lobo deje de ser especie cinegética y que se extienda su protección a todo el territorio nacional. Lo que no me entra en la cabeza es que con esta medida se deje totalmente desprotegidos a los ganaderos que tienen sus cabañas en los territorios en las reservas de caza con titularidad autonómica ubicadas al Norte del Duero. Es el caso de León, Riaño, Mampodre y Ancares, que de la noche a la mañana se han quedado con el trasero —voy a ser fina— al aire y se han quedado sin los pagos compensatorios por los daños ocasionado por el lobo en su ganado. Sí daños causados por el lobo, que los hay, que no han desaparecido de un plumazo con la firma de la orden que incluye a la especie en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Me gustaría saber cual es la lista que protege a todos estos ganaderos, a todas las vacas o los terneros que siguen en el punto de mira de una animal que no va a dejar de hacer lo que hacen todos los carnívoros, depredar. A ver si Tersa Ribera saca a pasear su pluma y firma algo para protegerlos a ellos.