Pongan el foco en otra parte

Vecinos de Ponferrada y Navatejera se han unido en una asociación como presuntos afectados por los proyectos de biomasa iniciados por la Junta de Castilla y León en sus territorios. Con ellos, la administración autonómica quiere sumarse a la lucha contra el cambio climático creando redes de calor que suministren energía limpia y sostenible, procedente de los recursos forestales, a edificios públicos y comunidades de vecinos que así lo soliciten. En su cruzada han utilizado de manera sectaria un informe elaborado por el Mecanismo de Reclamaciones del Banco Europeo de Inversiones, en un intento desesperado de sembrar la duda sobre estos proyectos que se plantean desde la Junta de Castilla y León, a través del Somacyl, como una alternativa sostenible a la energía procedente de la quema de combustibles fósiles y para dar salida a la ingente masa forestal que atiborra nuestros montes y cuya extracción además de ser ahora mismo uno de los pocos medios de vida que se vislumbran para los habitantes de las zonas rurales es una necesidad imperiosa para prevenir los temidos incendios forestales que cada año restan biodiversidad y ponen en riesgo a nuestros pueblos.

Me parece de justicia que estos vecinos exijan que la puesta en marcha de estos proyectos cuenten con las correspondientes medidas correctoras que garanticen su salubridad, lo que no me parece tan razonable es que pongan en entredicho un plan energético necesario e imprescindible para una provincia que lo ha perdido todo, energéticamente hablando, tras el fin de la minería, con argumentos tan pobres y peregrinos como que la provincia no tiene capacidad forestal para abastecer a estas dos plantas. Afortunadamente el informe es contundente, ya que tras recabar toda la información necesaria, satisfecha por la Junta el pasado mes de noviembre, concluye que no se aprecia ningún tipo de irregularidad o defecto. Ni la Junta ha recibido requerimiento alguno por estos proyectos, ni el Banco Europeo ve irregularidades en la financiación de los mismos. Es más, afirma que las cantidades de biomasa disponibles en la región parecen suficientes para las dos plantas, y que hay bosques certificados que garanticen sus sosteniblidad. No ha lugar señores, vayan a cuestionar proyectos ambientales y de empleo a otra comunidad.