Diario de León

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Hoy es un día muy importante, no sólo para los ganaderos y los agricultores que salen a la calle a defender sus derechos, es un día importante para los leoneses que directa e indirectamente tanto le debemos al campo. Aquí la industria se cuenta ya con los dedos de la mano, y son la agricultura y la ganadería las que sustentan gran parte de la economía de esta tierra, la que tira del carro de ese sector primario que con mucho esfuerzo ha logrado poner a León en el mapa de los productos agroalimentarios de calidad en España.

En estos tiempos, en los que todo gira en torno al medio ambiente, y en los que los grandes retos económicos tienen que plegarse a las cada vez más estrictas exigencias de sostenibilidad es el momento de mirarles a ellos y de tender la mano a los que desde siempre han protegido, defendido y amado el medio natural. Sin ellos ninguna de las muchas políticas que el Gobierno está orquestando para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad podrán llevarse a efecto. Sin su sola presencia, se va la vida que vela por los pueblos, por los campos, por los caminos rurales, por las especies. Sin ellos, no hay quien vigile los montes, quien proteja al ganado, quien genere ese hábitat sin el cual muchas especies desaparecerían. La despoblación es mucho más que la escalofriante estampa de los pueblos vacíos, es la imagen del abandono del medio rural. Nadie es tan ignorante como para atentar contra el medio que le da de comer, y como en todos los sectores todo es mejorable. Los métodos utilizados antaño, ahora cuestionados por su posible afección al medio ambiente, no son los mismos que los de ahora, la modernización del campo implica su optimización, la sostenibilidad de los recursos que tantos costes suponen, porque todo cuenta. Cada euro invertido en los nuevos regadíos son litros de agua de ahorro, cada beca que se concede a la investigación de los suelos son garantía de que los fertilizantes que se utilizan no dañan al medio ambiente, cada mastín incorporado a la cabaña ganadera es un ataque menos del lobo y cada joven que se incorpora al campo es futuro y relevo generacional para un sector imprescindible para luchar contra la despoblación, para impulsar la economía y para proteger el medio ambiente.

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