Diario de León

Creado:

Actualizado:

Los que tenemos la suerte de poder evadirnos los veranos en los pueblos nos hemos despertado este fin de semana con el desagradable sonido que marca el inicio de la media veda en Castilla y León.

Un sonoro pum seco en la distancia y se acabó. Uno menos.

De todos modos la temporada empezó sin pena ni gloria para los cazadores, ya que el intenso calor no ayudó demasiado a que las aves se pusieran a tiro, ya que salen en busca de lugares más húmedos. Esto incrementó el enfado de los cazadores, a los que las nuevas restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León, no terminan de gustar. Me refiero al cupo máximo de 25 codornices al día por cazador, a la prohibición de cazar durante tres días seguidos la misma especie y a dar cuenta detallada de lo capturado al responsable del coto de caza. Pero sin duda lo que no terminan de aceptar es el cupo cero para la tórtola europea, una medida impuesta por Europa, y que la Junta de Castilla León ha decidido acatar por fin esta temporada.

Paradójicamente, según defiende el presidente de la Federación Autonómica de Caza, Santiago Iturmendi, es un «grave error», que supondrá la desaparición definitiva de la especie, como ha ocurrido con otras que se dejaron de cazar. ¿Perdona? Que me entere yo. ¿Es la caza una nueva medida de protección para las especies? Qué significa esto, que si no las matan los cazadores, ¿se mueren ellas antes de asco? A lo mejor tenemos delante la solución para salvar de la extinción al urogallo y el trabajo realizado durante las últimas décadas no ha servido para nada. Pues no, la explicación es otra. Cada año los cazadores se gastan en España del orden de 45 millones de euros en agua y alimento para la fauna, para asegurarse que las poblaciones sobreviven a las sequías y a la falta de alimento para que estén disponibles para ellos en la próxima temporada, para que no se atribuya a la presión cinegética los posibles declives poblacionales. Este año, al prohibirse la caza de la tórtola a nivel nacional, la especie quedará fuera de esas ayudas, lo que le afectará negativamente a la evolución de sus poblaciones. Eso sí que es amor por la naturaleza y por el mundo animal, y que se podría resumir en un «si no te puedo matar muérete tú».

tracking