Un debate trolleado
La Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León organizó esta semana una mesa redonda sobre el lobo que contó con la intervención, entre otros, del Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Los distintos participantes, Rodríguez Ferri, García Marín, González Eguren, y Calvo Sáez, hablaron de la necesidad de buscar el equilibrio necesario entre la supervivencia del lobo y la ganadería extensiva cara a la próxima declaración de especie protegida que defiende el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Claro que lo hicieron a caballo ganador, es decir, sin precisamente darle demasiadas opciones de defensa al lobo, al que dejaron a los pies de los caballos tirando por tierra toda idea de proteger a la especie, y tornando la balanza del lado de lo que para ellos es la defensa del mundo rural, escopeta en mano, algo que no me deja de llamar la atención viniendo de la comunidad universitaria.
Lo que realmente valoro es la valentía del señor Suárez-Quiñones, que tras exponer sus argumentos para defender su rotunda oposición a proteger al lobo, se prestó a responder a todas las preguntas de los asistentes, pero no solo a los que acudieron al Paraninfo de Veterinaria donde se celebró el acto, sino a todas las personas que así lo quisieran desde sus casas, ya que el debate se podía seguir por zoom, eso sí, con divertidos y sugerentes troles incluidos, que los presentes aguantaron estoicamente, afirmando entre dientes «será algún animalista». Gamberradas a parte, creo que todas aquellas personas que defienden la protección del lobo tuvieron una oportunidad de oro para rebatir al consejo muchas cosas, para abrir un debate real más necesario que nunca, frente a frente, sin twits incontestables, sin medias tintas. Bueno, sí hubo una persona que bajo el seudónimo de Dr Paleo echó en cara a todos los asistentes la falta de rigor científico con la que hicieron sus exposiciones, algo con lo que no puedo estar más de acuerdo y que me parece que es lo mínimo que se podría exigir a la comunidad universitaria. El problema es, que por desgracia, muchos confunden la defensa con confrontación, y les pierde la mala educación y las formas, porque la afirmación de que «a ustedes solo les importan sus trajes y vestir bien» sobran para defender al lobo y distorsionan el mensaje. Una pena, un debate desaprovechado.