Un desencuentro que ensombrece el futuro

La desaparición de Baloncesto León supuso también que la ciudad se quedara huérfana del deporte de la canasta en la élite. Parecía que iba a ser por unos pocos años pero esa larga travesía dura ya más de lo esperado y deseado. Los brotes verdes que surgieron con dos equipos como Basket León y Agustinos fueron un aliento de aire fresco. Pero para alcanzar cotas más importantes, las que por afición e historia se merece la ciudad se necesitaba algo más. La unión hace la fuerza y esa premisa era la que sin duda alguna podría dar con la solución. Intentos, reuniones e incluso algún que otro preacuerdo parecían llevar a buen puerto algo que a todas luces parece necesario. El último intento parecía que iba a ver la luz hace unos meses, pero al final todo quedó en agua de borrajas. Cada uno por su camino. No es momento ahora de echar las culpas a unos u otros pero sí de evitar que ese desencuentro sea perenne. Para la presenta campaña es ya un imposible pero ojalá que para la próxima ya no estemos hablando de una posibilidad o necesidad sino de una certeza. Todos saldrán ganando y en especial en baloncesto en León.