Que este año resurrección es en Viernes de Dolores

Ave, Madre y Reina. Es en hora y es buena. El empedrado de Herreros y Escurial se vuelven hoy de terciopelo a tu paso, que  si notas gotas en tu caminar esta noche, son lágrimas así en la tierra como en el cielo. La emoción, no más.

Dos años de espera te contemplan. Te despojaron anoche de la corona y el manto para devolverte a la cálida compañía de este León que te anhelaba y que hizo del Templo del Grano la Catedral de las emociones.

Cuando salgas a la calle esta tarde entre el tañir de las campanas, habrán repartido las invitaciones las cofradías y hermandades del Viejo Reino. Escucharás los rezos y las preces de tantos fieles que harán de ‘La Antigua’ la más nueva de las sensaciones, la del retorno feliz a la vida y al canto. Y conocerás la primera Semana Santa de la historia en la que la resurrección llegó un Viernes de Dolores.

Dios te Salve. A ti y a esta tierra que agoniza en vida sin un milagro que la saque de ese sepulcro que es el olvido. El Señor es contigo. León también. Eres bendita  ahora y en la hora en la que tus braceros te van a sacar en procesión. Gloria a ti.