Otra mirada al urbanismo de León: Edificio Padre Isla, 28

A finales de 1955 ¡con La Cultural en Primera División! Felipe Moreno Medrano firmó este edificio para Miguel Iban Valdés en un solar de la Avda. Padre Isla, cuyas obras dirigió con Rutilio Fernández Llamazares como aparejador. Proyectó un sótano para calderas, carboneras y otros servicios; una planta baja de gran altura para locales comerciales y amplio portal con los accesos, principal y de servicio, segregados, dos núcleos de escalera y ascensor además de la portería y una entreplanta al fondo con la vivienda del portero. Había proyectado seis plantas, que durante la obra se convirtieron en siete más un ático retranqueado, para16 viviendas «de tipo lujoso» con la zona «de estar» a la calle, la «de dormir» repartida y la «de servicio» al fondo. Concibió una fachada simétrica de sutil división tripartita. Basamento con portada en el eje y revestimiento pétreo. Un orden principal con dos cuerpos laterales chapados de plaqueta roja, que abren vanos cuadrados recercados de piedra de Colmenar y abrazan a un frente central «vacío» con profundas terrazas alicatadas de gresite, barandillas de «hierro trabajado» y jardineras hoy desaparecidas. Coronando el edificio el ático retraído forrado de pizarra… Sin duda Moreno miraba hacia Madrid. En su Memoria del Proyecto, confesaba que «iba huyendo del clasicismo y tipismo trasnochado… hacia nuevas tendencias de la arquitectura, pero con líneas moderadas y tranquilas, creyendo haber conseguido un edificio racional… dentro de la modernidad». Parecía seguro de sí mismo… Iba de la mano de Don Luis Gutiérrez Soto hacia una arquitectura lógica y funcional, representativa de ese Mundo Moderno anhelado por ciertas clases acomodadas de aquel León en blanco y negro que, a mitad de los años cincuenta, poco a poco, se abría paso hacia el futuro.