La Copa, bendita vacuna contra la covid

Dos partidos, plaza europea y a otra cosa. Así ha salvado el Ademar una temporada desconcertante en pleno marzo, mes que por segundo año consecutivo se alía con los leoneses para rescatarles del abismo deportivo. Un abismo al que decidieron asomarse un paso más cuando —ingenuos— apoyaron un calendario de locos con más de 50 partidos creyendo que eso de la pandemia era cosa del pasado. Nada más lejos de la realidad. Solo Cadenas advirtió lo que estaba por venir pero nadie le quiso escuchar. Y ahora, con el enésimo confinamiento del conjunto leonés, la pesadilla se repite. Para empezar sus dos compromisos frente al Kristianstad se jugarán lejos del Palacio y casi sin tiempo para entrenar. De hecho puede que la Junta eche por tierra el gesto de la EHF y sean ellos quienes les ‘eliminen’ directamente de la segunda máxima competición continental. Lo seguro es que las semanas de tres duelos continuarán hasta la extenuación. Pero no todo es culpa de la directiva. Quizá sea también hora de poner el foco en los jugadores y preguntarse de dónde vienen tantos contagios y si todos cumplen las normas internas del club. Ya te digo yo que no.