Diario de León

Creado:

Actualizado:

C oncluyó, fiesta no fiesta. Navidad sin cabalgatas. Navidad de perorata, ideal para una siesta... y rota con villancico: Campana bajo campana y, bajo cuerda, vacunas; te asomaste a la ventana y no avistaste ni a una. Retén, que viene otro vaivén, los numeritos cantan, qué malas nos traéis... (dígalo mejor Illa... y explíquese también Castilla, talcualilla en zapatillas).

La tele trepida: ¡Hay zozobra! Y ya no cabe ni el sarcasmo andaluz: más vale que zuzobre que no que zuzfalte .

Y además el sindiós del clima dio su cante. Asombro: el agua hecha de fundirse el hielo en los polos y subida al cielo vuelve a hacerse nieve, pero ahora cae en Albacete o la Castellana, que nunca vio otra en medio siglo y lo hace acontecimiento que no dejan de cacarear. Así, algo tan viejo como una nevadona se convierte en alarmas alarmantes de diletantes colores... y las teles que están en el ombligo de la nación reducen España a Madrid, ciudad sitiada... todas sus noticias van entre exclamaciones y admiraciones con tal énfasis ante lo extraordinario, que lo que solo sería una noticia de alcance en otro caso se convierte en relato de pasmos y exageraciones como si lo contara Jesús Calleja enchufando al Himalaya, cuando en realidad solo se trata de una imitadora y audaz reportera que ha petado uno de sus tacones en un charco helado definiendo su crónica como de alto riesgo bajo las ventistas y elementos desatados en la esquina de Goya con Velázquez. Sobran telediarios adictos a dramatizar y sobra peste reportera con voz de tómbola y entonando como corresponsales de guerra en un fuego cruzado. Sobra altisonancia.

Y como en la tele solo nievan copos y virus, te amorraste a cualquier teleserie (también pandemia) mientras viste junto a la pantalla esa fuentecita de cristal labrado con restos de turrones y dulces navideños dudando si pillar alguno... y de repente caiste en la cuenta de que no había peladillas ahí; tampoco en los últimos años. Nadie gusta ya de la peladillas de almendrona y poco de las de piñones. Abur, peladilla, abur... una Navidad difunta se va contigo.

tracking