Diario de León

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Pintan de albricias -y algo lo sonlos millones que meterá el Gobierno al Bierzo y Laciana para restaurar las horrendas fechorías ambientales que fueron sembrando ahí empresas mineras de diosnoslibre, matagentes por demás y voraces tajamontes, rozadores obsesos, el mundo más negro que sin duda tuvo esta tierra, aunque se insista en rebozarlo de nostalgias, lamentos, literaturas a chorro y, por doquier, museos de ese horror sabiendo que más museo lo es cada despoblado, injuria, hogar del jubilado o registro parroquial de funerales. Mí, no entender... el indio Otavito no entiende que sea el Estado el que pague ahora el arreglo del delito; las empresas estaban obligadas a ello por ley, pero tras enriquecerse a modo lograron además irse silbando por andar quebradas o esfumadas. Y reitera su perplejidad: ¿cómo es posible que, con tanto carbón como barrenaron dos mil minas, no hubiera una sola del común, del municipio o el Estado?... ese carbón era de esos pueblos, ¿qué idiotas lo malvendieron por un jornal o empleo de muerte?, ¿y no vuelve a ocurrir con las renovables (esa otra minería)?... se dijo siempre: además de puta, poner la cama... o amén de cornudos... ¿y hay que llorar por morirse ese mundo?... Peláez ve bien esa millonada que se anuncia. Mientras se vaya gastando ahí se retrasará el inevitable final con labores y algún empleo, aunque en algunas salvajadas se ve imposible cualquier restauración paisajística (la corta de Fabero es gigantesca y en Laciana faltan montes enteros). No hay cirujía estética para esos costurones, así que será mejor dejar alguno tal cual como ejemplo de hasta dónde puede llegar el hombre en su voracidad desvergonzada... que sea otro museo del horror, lección viva, nada de taparlo, y sirva como los campos de concentración (que atraen tanto turista) para demostrar lo que jamás ha de volver a hacerse aunque a uno le urja el hambre o le roa la angustia... y que a los visitantes se les diga que hubo un tiempo en que los leoneses se dejaron hacer estas cosas que hoy además poetizan... o echan de menos.

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