Bautizo... ¿civil?

E n los nueve pueblos del ayuntamiento cabreirés de Benuza ha sonado una campana de madera convocando a sacramentarse allí gracias a una Ordenanza municipal reguladora del bautizo civil o bienvenida social, ya en vigor al publicarla el Boletín tras su periodo de información sin que nadie alegara o impugnara, aunque quizá debió hacerlo el párroco o su obispo por apropiación de marca registrada, ya que bautizo es la ceremonia y fiesta del bautismo, y bautismo sólo es cristianarle a uno con agua en la cresta seguido de convite según los posibles de cada cual y con ¡fites, perras! a la puerta de la iglesia si el padrino no es roñoso. Así que bautizo civil es tan incongruente como piedra líquida o cañón pacifista. Déjenlo en ceremonio de bienvenida social y, ya que quieren alejarse así de los curas, aléjense también de sus ritos (coherencia, señores), porque témese que la cosa quédese en lo mismo de siempre, idéntico festorrillo cambiando sólo la estola del párroco por la banda al pecho del alcalde, el cirio bautismal por la vara concejil y las preces por unos versos de Miguel Hernández... o de un rapero de moda, que también cabrá, vete a saber. Pero ya que se limitan a copiar liturgias, añádanle al menos algún gesto original como echarle una copita de vino en la crisma a la guaja (o guaje) en vez de agua, vino de por allí, claro está (oscuro también vale) como rito o auto de afirmación patria... y así nos apuntamos a la gaita identitaria que tanto chifla ahora y agita el baile.

En todo caso, esa civilidad religiosa ha dado un paso firme... pequeño para un alcalde, grande para la humanidad. Ahora sólo falta el siguiente: comuniones civiles, lo que sigue al bautizo civil, venga esa otra coherencia. Y vendrá; en España una comunión es mucho más que un bautizo y es injusto y discriminatorio que no tenga derecho a esa fiesta el niño laico (y la niña ni te digo). Aquí pirra mucho comulgar en público y descomulgar en privado.

Lo de Benuza, en fin, es sólo nostalgia de rito y ganas de hacer sacramento lo suyo... imitando. ¿Tardará mucho lo laico en dejar de copiar a los curas?...