Doscientos mil

Quiso conocer el episcopado francés el tamaño de la barbaridad y encargó a un grupo de independientes un riguroso informe sobre los abusos sexuales en la Iglesia, estudio cuyas conclusiones reconoce al fin su conferencia episcopal obligándose a pedir perdón (ahí se sumó el papa) y anunciar reparaciones al ser ya incontestable que desde 1950 son más de 200.000 las víctimas que denunciaron el delito (¿cuántos más no quisieron denunciar o siquiera comentarlo?).... ¡y 3.000 clérigos abusadores! La conmoción llevó a los franceses de la perplejidad a la furia ante el cobertor de silencios que la institución tendió sobre tantísimo atropello. Y aquella socorrida teoría de «unas pocas manzanas podridas» se convierte así en un chiste cruel donde lo podrido es también el cesto, pues concluye ese informe que estos delitos han sido sistémicos en todo este tiempo, o sea, por sistema, y con el sistema encubriendo, disimulando, sin dejar de lucir las bondades de centros educativos donde se interpretó de aquella forma el mandato evangélico del  dejad que los niños se acerquen a mí . Porque tres mil religiosos (curas, frailes, monjas y hasta alto clero) son una cifra descomunal, verdadera multitud, un porcentaje demasiado significativo que no podía pasar desapercibido para el resto del clero «sano» cuya complicidad se hace sospecha... ¡tres mil!... ¿habría piedras de molino suficientes para que se las ataran al pescuezo antes de arrojarse al mar tal y como les receta el Evangelio?...

Estados Unidos, Irlanda, Bélgica, Alemania, Italia, Australia... los abusos y pederastias en la Iglesia vienen escandalizando hace algún tiempo, salen a la luz y se ventilan millonadas en indemnizaciones que saben a cebada al rabo y causan  tremor  en los ecónomos diocesanos. ¿Será esta la razón -pregunta uno- por la que en España no se dan estas cifras ni de lejos como cabría deducirse?... ¿y por qué estos obispos no imitan a sus colegas franceses y encargan un informe similar?... ¿rezarán quizá para que no surja un movimiento que diga  Me Too Amenjesús ?...