Diario de León

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Qué extraño se hace que un delito sexual pese hoy mucho más que tantos otros delitos de granr daño social o hasta más repelentes (y no se rebaja aquí ni gravedad ni culpa a todo delito sexual), pero parece algo caprichoso el fiel de la balanza que perdona o disculpa una estafa al Tesoro con enorme daño público y hasta un homicidio, pero no un abuso o manoseo. ¿No aspira  lo legal  a que el tamaño de la condena lo fije el tamaño del daño?...

A Polanski le traen frito unos viejos delitos no resueltos, por lo que ha adoptado una vida de prófugo sin pisar ciertos países, anda loco de huir sin parar y eso es ya una condena (perpetua), sin contar todos los procesos y tribunales que le montan cada poco en la prensa mundial donde este director de cine entra ya culpable y sale sin apelaciones como reo de horca o guillotina, bellas artes de rebanar pescuezos que bordan especialmente las teles por ir sobradas de «material informativo». Al igual que Woody Allen o Plácido Domingo y otros famosos de renombre o fortuna, su pena ejemplar merece el tamaño de su fama de artistas o genios a los que ha de castigarse en grande, lo pide la multitud agolpada en la plaza del patíbulo. Y no solo no habrá perdón, no señora, a estas alturas de su bajura no les cabe ni remisión, solo estigma indeleble, perpetuo-revisable, porque lo infantiloide de ayer es lo peor de hoy: pintar la foto de alguien con gafotas, bigotes o tetas y colgarlo en la pared, lo que hoy llamamos «las redes y la puta madre que las parió».

Que no se haya enfrentado a las acusaciones y esté huído le hace culpable a cualquier ojo, pero Polanski sigue haciendo cine y, más o menos, sigue en talla de genio o ¿deja de serlo como ¡todos! los que en algún momento vergonzante de su vida «arrimaron el material» indebidamente o a lo bruto?, ¿y no será también que su última película logró 12 nominaciones, la que más en la historia de los Premios César del cine francés, en gala el 28 de febrero?... pero hoy en Francia mucha mujer exige prohibirlo, abolirlo... toca caza de Brujos... y brasas en las braguetas.

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