Diario de León

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M e fascinan tantas cosas de la France, que es normal que me rabie una envidia casi cochina. Mirad cómo conservan ahí sus pueblos, tradiciones, patrimonio natural o monumental, casas, artes viejas y oficios trenzados a este tiempo de inventos efímeros y dudosas novedades. Un buen espejo para ver estas cosas es siempre el  Tour de Francia  con sus paisajes, bosques y pueblos que siempre recomiendo a concejaletes y politicotes para que lo miren (fijándose) y aprendan de urbanismo amable, de ordenación agraria y hasta de jardines, aunque ahora les ruego mayor atención a un programa temático,  Les carnets de Julie  (recetadora gentil, tan parisina ella en sus trenkas ideales), que recorre la gastronomía francesa llevándonos a rincones y realidades admirables, insólitas tantas, con las que busca divulgar lo popular y su gloria sencilla, que en Francia se hace además alternativa y viable y que aquí debería considerarse urgente imitar en este tiempo tan lleno de alternativos, ecolistos,  food elincuentes y emprendedores de vivero.

Hace días dedicó Julie el programa a las aves de corral yendo de una a otra esquina del país. Desfilaron razas propias o arrimadas, algunas casi en extinción y hoy demandadas por chefs y gourmets; o razas lejanas y crecientes como la pintada de Guinea que tanto gusta allí. También quiso mostrarnos a un criador de gallos (nada menos que el emblema de Francia) no destinados en este caso a la cazuela, sino a criar pluma para la confección de moscas artificiales de pesca. El criador, que es un próspero artesano anzuelero, enseñó su granja en prado extenso y feliz, y al preguntarle Julie por la raza, tan solo dijo que los había traído de España, sin precisar lugar, qué joío el tío, pero se vio claro que eran de León, La Cándana sin duda: solo había gallos  indios  y  pardos , la seña curueña. Y me dije cangonrós, pero enhorabuena al gicho gabacho que ahí supo emprender, está en su derecho hasta de llamarse  La Cándanne  si quiere (así se lo conté a Peláez y nos amenaza con que mañana viene aquí con comparaciones).

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