La feria del duque

La penúltima pedrada en el ojo de la nación fue el pelotazo madrileño de las mascarillas en que un alcalde deja su Almeida y ahora se apellida Andanas. Y la última pedrada en el otro ojo fue el modo en que los señoritos salteadores gastaron la morterada de su estafa con alarde y lujo insultantes comprando rolex a puñaos, supercoches a docenas o casitas con piscina y picadero, además de hoteles de 6.000 euros la noche, la dormida se decía antes, aunque pagar tanto para no disfrutarlo y dormirse es harta estupidez. Y tras quedar la nación toda ciega de estupor con tanta pedrada al ojo, recibió de rúbrica un patadón en los huevos cuando Luis Medina, uno de los socios cuya carrera toda es ser hijo de un depravado duque de Feria y una tontuela empingorotada carne de cuché cañón, se descaró del todo: es que los fiscales son rojos, y añadió que nada puede impedirle gastar su dinero en lo que quiera. Y se ganó el titular: No es tu dinero, imbécil, lo habéis estafado al común con malas artes aprovechándoos de la angustiosa confusión de una pandemia desconocida que a todos pilló en bragas, abusando de la urgencia de riadas de muertos, conchavándoos con contactos, comisiones, políticos de trastienda y siguiendo al pie de la letra la regla de oro que rige en la España de cazo, manodoble, pasotriple y pandereta: Hay que estafar en lo público porque en lo privado está difícil o, dicho en popular raso, «hay que joder al amigo porque el enemigo no se deja»... ¡y tan contentos y legitimados que se ven en sus manejos los hijos de estos duques que nos manda el Señor!; tienen viejas razones para creer que no les pasará nada o será poco. Y así la cruda realidad nos castiga con otro episodio nacional de los que hunden la moral de un país y desmoronan la esperanza de poder corregirse un día estas conductas delincuentes que faenan tan abierta e impunemente en lo público... porque ¿qué ocurriría si se investigaran las dos mil compras similares que hizo el Estado y cada autonomía o municipio?, ¿cuántos tipos con antifaz aparecerían?, ¿doscientos, quinientos, mil?...