La sapa barda

H ay una palabrita muy empalabrada y tan de aquí como de Asturias a Cáceres (o Argentina; no la para un océano de guapa que es), aunque tontuelos del lleonesismu llingüísticu publiquen que es palabra llionesa, manda pitus... y es palabra-enigma donde las haya que el diccionario ignora y cuyo origen real y significado preciso se desconocen, aunque todos sabemos a qué se refiere si nos la dicen con el verbo mirar):  apabardas , siempre en plural, o  alpabardas , como dicen otros al aire morabí igual que madreña es almadreña aquí, o  sapabardas , como me gusta especular.  Estaba mirando a las apabardas ...  deja de mirar a las apabardas y estate al tanto ... así le decimos al que se distrae o embelesa cabiéndole en su apabardas las nubes, inopias, babias, embobes, musarañas y hasta gamusinos.

Tampoco tiene que ver con las bardas defensivas puestas a las caballerías o la albarda de mulo y burra o la albarda de tapín, paja o teja sobre tapias como tejadillo contra las inclemencias. La palabra que más se le parece es  alabarda , pero eso es  lanza de cuchilla  que luce el alabardero en galas de guardia y ceremonios. ¿Y si resulta que empezó siendo un  sapas bardas  (de bardo: poeta de los celtas o medieval que aquí equivale a trovador), sapas-quimera que emboban con coplas o melodías como lo hacían las sirenas de Ulises?... aunque si hablamos de sapos ya existía el  sapo cancionero  y lo popularizaron en los 70  Los Chalchaleros  como alguno recordará:  Sapo de la noche, sapo cancionero que vives soñando junto a tu laguna, tenor de los charcos, grotesco trovero, estás embrujado de amor por la luna .

Actualizando esas  sapas bardas  podría decirse que hoy serían las  influencers  que tienen abducido a tantísimo marujeo (juvenil o no, mujeril o no), o las incontinentes carlotas cotorras de la teleboba, o las echadoras de cartas y remedios, o las cantantas de lujos y abundancias metiendo envidia e imitación a embobadas en fantasías.

(Si no existía, nazca aquí  la sapa barda ; bautizarse así le cabe a unas cuantas; y sapos bardos, otros tantos).