Diario de León

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Llamar Nunci a una vaca no es normal y menos entonces, pon 1960, hace sesenta, cuando este país, liberado ya de postguerras confinadas y racionadas, podía aspirar a comer carne de pollo los domingos. ¿Y por qué el señor Jalón llamó Nunci a una de sus cinco vacas?... pues vete tú a saber: ¿por un viejo rencor y así arrearle más rabiado con la ijada?... ¿un homenaje a alguna ubre popular?... o un casual; y Nunci se quedó con su  aaarre  Nunci si la uncía al yugo o su  Nuuunci  estimulante y amoroso si le llegaba con caldero a sobarle las tetas.

Hoy las Nunci del mundo entero no tienen nombre ni las cuadras son comedidas, de unas pocas, sino naves alargadas de pesebres infinitos con cadena de amorrar. Hay vacas que hasta tienen un cuasi prado cerca para estar un rato, pero su hierba acaba tan pisoteada, que se hace barro o lodazal. Vacas acuarteladas. Así hoy estas vacas, y aquellas de entonces más, saben mucho de confinamientos que engordan y epidemias que enflaquecen -que si la lengua azul, que si la fiebre aftosa, la tuberculosis-, pero lo que nunca imaginaron es que pudieran sus dueños estar también confinados algún día y se han puesto nerviosas al no verles, mugen y a veces braman como temiendo que nadie cuide de ellas, ¿quién les dará de comer?, ¿y a las ocho, como cada día, quién les enchufará a los tetos los succionadores de la ordeñadora que les parece un apañado  satisfyer  comparado con las manazas del Eulogio o de su patán hijastro y aprendiz?... pues al podio de los héroes habrá que subir también, dice Tinín, a los agricultores y ganaderos que ahora tienen que darnos de comer más de lo habitual tras bloquear la peste el comercio internacional; ¿habrá patatas para todos si el confín lo fían a tres meses?... Un ganadero avileño llora en la radio: ¿y ahora qué hago con mis lechazos y con todos los restaurantes cerrados?; comed lechazo, paisanos; solidaridad. Y en la misma radio, al poco, suena el anuncio de una conocida casa de putis-lover deseando un pronto fin de esta peste... tan letal para sus nuncis.

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