Diario de León

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Hablando de manos sucias (quién no las tiene?), lo primero que nos vino a la memoria automática fue un articulazo de  Manuel Vicent  que le valió en 1980 el premio González Ruano; ¡cuánto tiempo ha!; aún nos parece anteayer; y hoy, releyéndolo, le parecerá actual al lector, hágalo y admírese, la historia se repite. Ahí contaba Vicent el episodio de un padre acomodado, culto y de izquierdas que, harto de su buenismo pedagógico y del chuleo filial, le acaba arreando un guantazo a su hija de 15 años y la echa de casa cuando intenta coger de entre sus discos la Sinfonía 40 para enseñarle a sus guarros amiguites la música flu del carroza de su padre, deteniéndola con un  ¡Mozart, no!, ¡no pongas tus sucias manos sobre Mozart! , que así tituló esta joya el intenso escritor y articulista valenciano. La diferencia es que hoy esa hija le denunciaría, irían los guardias a detenerle y le caería encima un feo calvario judicial y el estigma público de la ignominia. Pero aquel bofetón le liberó de mucha tontería. A él. Y a ella.

El Psoe leonés exigió a la  Fundación Siglo  (estaribel autonómico que ideó la Junta para  el turismo y las artes , llámese chiringo como otras fundaciones del ente) que  aparte sus manos  de la gestión del Musac. ¿Fue quizá por no decir ¡no pongas tus sucias manos sobre museos!?... Por conocer de primera mano datos y pruebas debería el Psoe afinar el concepto y describirnos las virtudes o delitos de esas manos orientándonos al por qué no quiere verlas puestas ahí. Pues una de dos: o son manos sucias, como se invita a deducir, o son blanqueadas... o son manos con cazo o son de la Cofradía del Puño Cerrao... manos de amasador o manos de manirroto, manos llenas o vaciadas, de siete dedos o de un solo dedazo... Peláez cree que todas esas manos le caben a la viña de este Señor y que, teniendo esa fundación desde su origen mucho Opus ahí enhebrado, un refrán castellano explicaría mejor su intríngulis y su ojito:  El corazón, en Dios; y la mano, donde se pueda ... y que toda mano, por la misma razón que la pata, la tienen para meterla... y metemano parece.

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