Releer da repelús

Asomó a la charla Michel de Montaigne (1533-1592) al presentarse antier en Barcelona el  Diccionari Montaigne  (« Montaigne es un clásico entre los clásicos, no pasa nunca de moda; es un refugio seguro para pensar el mundo y para pensarse a si mismo ”, dijo su editor y lo rubricó Josep Ramoneda) y raudo trajo Otavito al corrillo la pregunta impertinente: ¿realmente leísteis alguno a este pensador de cuatro siglos atrás?, confesad, y no vale cascar alguno de sus aforismos de almanaque o de alguna viga como las que dejó escritas en su castillo cerca de Burdeos. Sócrates, mudo, no entró al trapo, señal de que algún tomo de sus tres  Ensayos  sí lo tenía al menos paseado; nunca le verás alarde del bibliotecón que apiló con sus lecturas.  El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante , dijo Montaigne por boca de Peláez que ojeaba las 700 citas que incluye este diccionario de las luminosas dudas y certezas de una mente privilegiada:  Ningún hombre es tan bueno que, al ser expuesto a las acciones de la ley, no fuera condenado a la horca por lo menos diez veces ... aunque no se incluyen en esta antología lo que le tilda de misógino (« El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo »), pero sin olvidar que su «hija» Marie le Jars sería su principal difusora y una adelantada feminista escribiendo ya en 1622  Sobre la igualdad de hombres y mujeres .

Peláez siguió catando a este Montaigne de vida intensa y de un pensar que Voltaire admiró: « Nada parece tan verdadero que no pueda parecer falso »... « Si no acaba con la guerra, no es una victoria »... « A nadie le va mal durante mucho tiempo sin que él mismo tenga culpa »... Hay que leer a los clásicos que, hablando de lo suyo y de su tiempo, hablaban de nosotros y de este hoy. Y decirnos: si esto ya se dijo en 1556, ¿por qué el hombre y el mundo no cambiaron? Por eso nos da repelús releer; mejor no saber. Y en Montaigne es miedo ante una mente tranquila: « Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis »... « Quisiera que la muerte me encontrase plantando mis coles ».