Liquidarse

Hoy en España, en sólo este día, once suicidas lograrán su propósito dejando atrás a los doscientos que lo intentarán y a los incontables que lo cavilarán poniéndose en el caso... ¡once suicidios al día!... ¡cuatro mil al año!... la carretera no mata tanto y devora una fortuna en campañas de prevención de accidentes y un potosí con los muchos que deja mancados o postrados como vegetales, pero en la prevención del suicidio se anda a tientas con más vergüenza que presupuesto... el tabú sigue mandando ahí... así que la ola crece y crece pareciendo cada vez más incontenible; y aún más con pandemias y convulsiones planetarias que siembran miedos en cada desayuno gracias a que nos gobierna la información instantánea, la red y lo global expandiendo demasiado fácilmente el contagio, la depre, lo depresivo y la enorme fatiga que lleva al ¡ay, Angelines, no tengo ganas más que de morirme!... (un dato: las mujeres suicidas sólo son el 25% de esta devoración y seguro que la psicología tiene una explicación para ello; y otro dato: por término medio un suicida deja muy impactadas a seis personas al menos, dígase culpabilizadas, confusas o royendo estaca). Pero es inútil intentar que el suicida no lo haga si sabemos que acabará haciéndolo, planteó Sócrates; ¿no sería mejor, dado lo irrevocable de su decisión, ayudarle a que al menos lo haga con seguridad, limpieza y el menor daño para todos, dígase una muerte elegante y en paz?... «de muertos, a la vinagre», dijo Lauri... y si hay que morir, dignidad, paisanos, dignidad, fuera ruidos o estrambotes. ¿No debería ayudarse también al suicida?, ¿puede negársele su derecho a esa eutanasia?, insistía Sócrates. Los teléfonos de la esperanza sirven para lo que sirven, pero no pueden arreglar las razones y el mundo en contra que lleva a una persona a liquidarse haciéndose dueño de su propia  muerte, su finiquito con este mundo, este su valle de lágrimas y su destino de guerra... (y un último dato: Galicia y Asturias son las regiones con más suicidios de España; tiran cerca; y en el Bierzo, mucho más).