Diario de León

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D el viejo remoquete « donde los perros se mueren de hambre » Villaquilambre pasó a « donde el listín se hace enjambre » si deja de montar en burra y lo hace en hormigonera. Pocos sitios de esta provincia en fuga crecieron en ladrillo y gente a la voraz velocidad de este pueblo y su untamiento que en los 60 empezó perdiendo parte de sus 3.869 habitantes (apenas recuperados en las dos décadas siguientes) para entrar en 1990 con poco más de 5.000, aunque ahí se dio el pistoletazo de una carrera vertiginosa que empezó a cambiar sebes por estaquillas de solar dándose licencia al tocineo y a la treta para recalificar suelo y pillar ese ensanche que hoy ha convertido de hecho en barrios de la capital a sus tres pueblos colindantes: Navatejera, Villaobispo y Villaquilambre... nadie a vista de pájaro distingue ahí fronteras.

Cierto que también creció a lo bruto San Andrés del Rabanedo (ese otro gran barrio pegadito) que aún en los 80 perdía población dejándola en 15.000 y diez años después disparó su fiebre edificadora hasta duplicar hoy habitantes. Pero es que Villaquilambre los ¡cuadruplicó! hasta casi 20.000 hoy y eso indica que su principal industria fue (y seguirá siendo, no se apostó a otra) el metro cuadrado hecho piso barato o urbanización residencial, edificación que tímidamente inicia su recuperación tras el batacazo de la crisis de 2008.

Cualquiera deduce hoy que una trayectoria tan ladrillera a la fuerza ha de estar sembrada de hechos, cohechos y sospechas, algo que Villacalambre acredita con no pocos calambrazos. El último es de corriente trifásica (tres eran tres) al imponerse una multa de solo 500 euros a una empresa que inició edificación sin licencia como quien dice por mis cojones, algo grave e intolerable (entendiéndose como casualidad que el solar lo hubiera vendido, dice la oposición, el patrimonio familiar del alcalde). Y así, lo que debió ser sanción ejemplarizante se hace ejemplo a seguir. Untamiento emprendedor este: pasen e infrinjan, la fechoría no les saldrá más cara que una multa de tráfico o saltarse el toque de queda.

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