Diario de León

Creado:

Actualizado:

Quince días después de que el gobierno central presentara los nuevos Presupuestos del Estado, la Junta de Castilla y León ha hecho lo propio con sus cuentas para 2022. Pese a que ambos gobiernos carecen de mayoría absoluta, todo indica que ni uno ni otro van a tener grandes dificultades para aprobarlos. Satisfechas las concesiones de rigor, el gobierno Sánchez ya ha allanado el camino para garantizarse el apoyo de sus habituales socios parlamentarios, en tanto que el gobierno Mañueco tiene atado el único voto que le falta con el procurador de Por Ávila, partido que ya aprobó el pasado año las cuentas de la Junta a cambio de determinadas inversiones en su provincia.

La diferencia radica en lo que supone la aprobación de los Presupuestos para la estabilidad de ambos gobiernos. Con la aprobación de los del Estado, Sánchez se garantiza poder agotar la legislatura, aunque sea arrastrando esa tensión permanente con sus socios de Unidas Podemos, quienes en ningún momento van a renunciar a marcar perfil propio en batallas como la que se libra sobre la reforma laboral. En todo caso, aprobar dos Presupuestos consecutivos es signo de estabilidad para cualquier gobierno.

Por el contrario, en Castilla y León la aprobación de los nuevos Presupuestos de la Junta no despeja la posibilidad de elecciones anticipadas a esta primavera. Cierto que sobre el papel la luz verde a las nuevas cuentas deberían ser sinónimo de estabilidad. Y así sería si no fuera porque persiste desde el mes de septiembre la profunda brecha abierta en el seno del gobierno de la comunidad en relación con la política sanitaria de la Junta.

PP y Ciudadanos recompusieron la unidad de acción después de que socio mayoritario se desmarcara del minoritario apoyando la proposición socialista que tumbaba la reforma de la atención primaria en el medio rural. Pero a esta fecha sigue sin apearse del burro la consejera Verónica Casado, refractaria a cumplir la orden del presidente de restablecer la atención presencial médica en todos los centros de Salud y consultorios médicos de la comunidad. Con su actitud, Casado viene desafiando la autoridad de Mañueco, lo que, además de minar la credibilidad presidencial, provoca máxima irritación en el seno del PP, temeroso del daño electoral que puede causar el empecinamiento de la consejera.

Así las cosas, la tramitación de los Presupuestos abre un paréntesis hasta fin de año. Después, Mañueco tendrá que decidir si recompone du gobierno de coalición o convoca elecciones anticipadas con la excusa de una segunda moción de censura del PSOE hoy por hoy tan inviable como la anterior.

tracking