Diario de León

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Transcurrida una semana de lo que pareció más un mal sueño que un hecho real, hoy se vuelve a poner el contador a cero para seguir sumando y arreglar el despropósito sucedido en el Reino de León. Un rival te puede superar, acertar en las ocasiones que se le presentan, mostrar una fuerte solidez defensiva, pero ante eso el equipo no puede venirse abajo, perder el control del balón y de la situación, dar sensaciones de apatía y desgana, de estar deambulando por el campo sin ninguna capacidad de reacción, tampoco desde el banquillo, porque el desenlace se torna en un despropósito total con el final acontecido. Eso es lo ocurrido en la pasada jornada, y es que la Cultural no puede ser ningún juguete y menos una flor de un día que aparece y desaparece como por arte de magia, teniendo más oportunidades que el platanito.

Hoy llega otra gran final ante un conjunto como el Zamora, que está realizando una gran temporada. Los objetivos de ambos son bien distintos, y si la plantilla de la Cultural quiere borrar por completo lo sucedido la pasada jornada, tiene que dar un giro de 180 grados en actitud, ganas, ilusión, en competir dando el máximo cada componente y mostrando la calidad que atesoran. No valen excusas, ni medias tintas, la superioridad se demuestra en el terreno de juego, y no por nombres. En los momentos decisivos es donde aparecen los equipos y saben resolver, llevándose el gato al agua. Si la Cultural quiere ser uno de ellos, tendrá que hacerlo, sino solamente será una simple cortina de humo, y de eso la Cultural tiene las vitrinas llenas.

El Ruta de la Plata será testigo de ello, además de poder contar con una afición que espera que lo visto el pasado domingo sea solo un espejismo y los jugadores vuelvan a dar una alegría con una victoria, para poder seguir dentro de esas tres primeras posiciones y avanzar un escalón más para llegar a la cima. Idiakez sabe que la relajación no existe y que la reacción tiene que aparecer, porque cuesta mucho llegar hasta aquí. Pocas palabras y los hechos, a demostrarlos en el campo.

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