Diario de León

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Nueva jornada de competición liguera en una hora de sábado tardía, ante un rival como el Talavera con varios componentes que vistieron la camiseta culturalista, comenzando por su entrenador Víctor Cea. Otra nueva oportunidad para una Cultural de resarcirse de ese hándicap con el que vive, que es la facilidad de encajar goles. Están siendo unos comienzos duros, donde cualquier oportunidad que dispone el rival crea mucha zozobra en la defensa culturalista y enciende la alerta roja en la plantilla y el cuerpo técnico.

Cada partido está siendo más de lo mismo en el aspecto defensivo y la preocupación ya se está haciendo una norma rutinaria. Son demasiados goles recibidos, que en varios partidos se han compensado con el aspecto ofensivo, donde el olfato goleador está funcionando. Entre ambos debe haber un equilibrio y eso se tiene que encontrar a la mayor brevedad posible. No sólo es importante el marcar goles, sino el no recibirlos, o si es el caso, que sean los mínimos posibles, gran asignatura pendiente para Ramón y toda la plantilla desde que comenzó el campeonato de Liga en el Grupo I de la estrenada este curso Primera RFEF.

El Reino de León debe volver a ser ese escenario, donde la solidez, fortaleza y la capacidad de encontrarse con el buen juego, dentro del propio terreno, sean características propias de identidad del conjunto culturalista, desde el inicio del encuentro. La vuelta de toda la afición al estadio, tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia, deben servir como acicate para un equipo que además de ganas e ilusión, necesita mostrar que su plantilla está conformada por gente de calidad, exhibiendo todo su potencial con buenas sensaciones, para dar una alegría al ya sufrido aficionado. Esta noche del sábado puede ser la de esa confirmación.

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