Diario de León

Vanessa Carreño

Santa Paciencia

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A todos nos gustan las personas pacientes y que se toman las cosas con calma. La paciencia es una de las virtudes que más valoramos en los demás. Y, en cambio, cada vez vamos más deprisa por la vida. Todo tiene que ser para ya, instantáneo, inmediato. Nos enfadamos porque no nos contestan ya, porque no nos atienden ya, porque no nos dan unos resultados ya. A pesar de lo mucho que valoramos la paciencia, cada vez somos menos capaces de esperar. 

No nos damos cuenta de que lo bueno se cuece a fuego lento, de que lo que perdura necesita su tiempo. No aceptamos al que se toma las cosas con calma, ni al que va más despacio que nosotros, ni que cada uno tiene su ritmo para hacer las cosas. El que es impaciente no suele soportar los ritmos que no casan con el suyo. 

¿Qué hace que no sepamos esperar? Parece que la espera nos produce dolor, impotencia y malhumor. El impaciente vive en una insatisfacción permanente, siempre mirando hacia adelante, esperando eso que no llega. En cambio, el que tiene paciencia vive en paz. Las personas pacientes suelen ser tranquilas, pacíficas y dialogantes. Sin lugar a dudas, viven mejor. ¿Le gustaría ser así? Pues aquí tiene tres claves:

—Aceptación. Es decir, aceptar lo que hay ahora mismo, aceptar que aún no es como le gustaría y que todavía no ha llegado eso que quiere. Aceptar la incertidumbre y el miedo a que no pase lo que quiere. Aceptar su ritmo, el ritmo de los demás y el ritmo de la vida. Y aceptar, también, su propia impaciencia.

—Confianza. Cuando falta paciencia es una señal de que también falta confianza. Porque si sabe que algo va a pasar, si confía en ello, la paciencia viene sola. 

—Perseverancia. Por eso de que todo lo queremos ya, cada vez estamos menos dispuestos a perseverar para conseguirlo. Hemos perdido la capacidad de esfuerzo y de constancia. Y aceptar y confiar está bien, pero sin abandonar en ningún momento. 

Sí, estará mejor cuando llegue eso que espera, pero su felicidad no depende de eso. Mientras tanto, puede disfrutar de la espera.

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