Por san Antón, la gallina 'pon'

ana gaitero | león

Preñado de refranes y de ritos, cargado de bendiciones y con un poco más de luz, hoy se celebra el día de san Antón, el fundador de la vida eremítica que ha logrado traspasar los marcos de la liturgia para convertirse en un popular patrón. Tal vez porque a este santo le colocaron en una fecha muy celebrada en los antiguos festivales de invierno y durante siglos marcó el final, final, el final definitivo, de las navidades: «Hasta san Antón, pascuas son» o «Por san Antón se acaba el turrón», dicen dos conocidos ripios.

San Antonio Abad, su nombre de verdad, es un santo popular y celebrado aún en estos tiempos descreídos sobre todo por los animales. San Antón es su protector, el santo a quien antaño se encomendaba al gochín y toda clase de animales de alimento y labor y ahora bendice al perrín y las más variadas especies que acompañan, como queridas y hasta mimadas mascotas, la vida urbanita del siglo XXI.

Marca san Antón un punto más de luz en la remontada del sol después de la oscura travesía del solsticio de invierno. «Por san Antón, media hora más de sol», anota otra perla de la sabiduría popular. Y también: «Las cinco dan con sol el día de san Antón», aunque también se añade la coletilla «por Valencia, pero no en Aragón». Espanta este santo las nieblas, o por lo menos eso dice el refranero: «Después de san Antón, ninguna niebla llega a las dos» o «san Antón, frío y tristón, lleva las nieblas a un rincón».

«En llegando san Antón, pocos cerdos ven el sol», certifica otro dicho del pueblo. Sin duda haciendo alusión a los últimos gorrinos que quedaban para las matanzas. A este santo, que cuentan que alcanzó los 105 años de edad, también se le conoce con el apodo de «el huevero».

Y todo porque dicen que por san Antón, la gallina ‘pon’, que a las ‘pitas’ se les acaban las pequeñas vacaciones del duro invierno leonés y tienen que reponer la despensa para bien hacer orejas, flores y toda clase de dulces del próximo carnaval.

Así que, «Por san Antón, huevos a montón» porque a partir de este día «ponen las gallinas hasta en el suelo». «Para san Antón busca la perdiz al perdigón», dice otro. No hay santo en el santoral que pueda competir con san Antón en refranes y chanzas. Y que nadie lo olvide: «De los santicos de enero, san Ildefonso el primero; detente, detente, que primero es san Vicente; detente, bruto, que primero es san Canuto; detente, varón, que primero que es san Antón».