Ni nepalí ni leonesa: la mansión de Jesús Calleja con helipuerto es toda una sorpresa
La vivienda de Calleja en la Sobarriba, al lado de León capital, es un privilegio
Vista cenital de la casa de Calleja, con helipuerto y grandes jardines.
Lejos del bullicio urbano y en perfecta sintonía con su filosofía de vida, el reconocido presentador de aventuras ha construido su particular santuario en una localidad de España que refleja a la perfección su personalidad. Ubicada en Golpejar de la Sobarriba, provincia de León, esta impresionante propiedad de más de 15.000 metros cuadrados se ha convertido en el refugio ideal para quien pronto cumplirá su sueño de viajar al espacio.
La finca, bautizada como "Himalaya" según indica un cartel a su entrada, representa la materialización de los valores que el leonés ha defendido durante toda su carrera: conexión con la naturaleza, aventura y un estilo de vida alejado de las convenciones urbanas. A diferencia de muchos de sus compañeros de profesión, que optaron por establecerse en Madrid, el aventurero eligió regresar a sus raíces para crear un espacio que combina modernidad con su pasión por los entornos naturales.
Diseño vanguardista con elementos exclusivos
El chalet principal, diseñado por un íntimo amigo del presentador, cuenta con una superficie de 400 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. La construcción destaca por su arquitectura contemporánea que, sin embargo, integra elementos tradicionales y exóticos. Nada más traspasar su gran puerta geométrica de madera oscura, los visitantes quedan impresionados por los techos altos y los amplios ventanales que permiten una conexión visual constante con el entorno natural circundante.
Quizás el elemento más llamativo de toda la propiedad sea su helipuerto privado con hangar incluido, una infraestructura poco común en residencias particulares que refleja la pasión del propietario por los deportes aéreos y la necesidad de movilidad para sus proyectos. Este espacio se complementa con una piscina tipo lago, varios almacenes, garajes espaciosos y un rocódromo instalado posteriormente, que permite al aventurero mantener su forma física sin salir de casa.
En otra de las edificaciones anexas, el presentador ha habilitado una escuela de alpinismo, demostrando su compromiso con la difusión de los deportes de montaña y su deseo de compartir sus conocimientos con otros aficionados. Esta instalación se ha convertido en un punto de encuentro para amantes de la escalada en la región leonesa.
Un interior que refleja viajes y experiencias
El interior de la vivienda es un auténtico museo personal donde cada elemento cuenta una historia. El salón principal, pintado en negro, funciona como espacio central de reuniones y como despacho. Un sofá modular repleto de cojines coloridos invita al descanso frente a paredes repletas de libros, mientras que una amplia mesa de madera permite celebrar reuniones familiares y con amigos.
La cocina, predominantemente blanca con muebles lacados de estilo moderno, incorpora detalles en verde como las sillas que rodean la isla central, creando un ambiente luminoso y funcional. El segundo salón muestra la faceta más viajera del presentador, con una decoración de estilo oriental donde abundan tapices, esculturas budistas y recuerdos de sus numerosas expediciones por el mundo.
Todo el conjunto está rodeado por un amplio porche con baldosas en tonos arena que conecta con el extenso jardín y la piscina, creando espacios intermedios perfectos para disfrutar del clima leonés en las épocas más cálidas del año. Este diseño permite una transición natural entre los ambientes interiores y exteriores.
Un hogar lleno de vida y familia
Más allá de su impresionante arquitectura y diseño, esta propiedad se ha convertido en un verdadero hogar donde el presentador comparte su vida con varios perros adoptados, según ha mostrado en numerosas ocasiones a través de sus perfiles en redes sociales. El espacio también acoge frecuentemente a sus padres, Julián González y María Jesús Calleja, residentes en un municipio cercano, manteniendo así los fuertes vínculos familiares característicos de la cultura leonesa.
Un aspecto poco conocido de la vida personal del aventurero es su faceta como padre. Su hijo, Ganesh Man Lama, a quien adoptó en los años 90 tras conocerle en Nepal y descubrir las difíciles condiciones en las que vivía, forma parte fundamental de su vida. "Estaba en un hospicio que era como una perrera, rodeado de ratas", explicó el presentador en una entrevista televisiva, recordando cómo no dudó en traerlo a España cuando descubrió que padecía tuberculosis.
"Cuidé a un hijo sin tener mucha idea de cómo se hacía", confesaba el aventurero, agradeciendo la ayuda inestimable de sus padres en aquella etapa. Hoy, aquel niño tiene 44 años y recientemente ha convertido al presentador en abuelo con el nacimiento del pequeño Namgyal, con quien disfruta largos paseos por los jardines de su propiedad.
Un sueño hecho realidad en tierra leonesa
Esta impresionante propiedad representa la culminación de un sueño para quien creció en plena naturaleza, en un molino de Fresno de la Vega (León). A pesar de haber recorrido los lugares más remotos y espectaculares del planeta, el presentador nunca concibió establecerse lejos de sus raíces leonesas, demostrando que, por muchas aventuras que emprenda, su verdadero refugio siempre será este rincón de España.
La propiedad, valorada en varios millones de euros según estimaciones del sector inmobiliario, no es solo un símbolo de éxito profesional, sino la materialización de una filosofía de vida que combina la pasión por la aventura con el amor por la tierra natal. Un espacio donde prepararse para nuevos retos, como su próximo viaje espacial, mientras mantiene los pies firmemente anclados en los valores que siempre ha defendido.