Diario de León

El girasol leonés se salva de la sequía y espera recaudar 20 millones de euros

En estas semanas arranca la cosecha del cultivo, que en la provincia ocupa 18.800 hectáreas entre secano y regadío

Los girasoles bajan sus cabezas y comienzan a secarse cuando el peso de esta parte es elevado. ICAL

Los girasoles bajan sus cabezas y comienzan a secarse cuando el peso de esta parte es elevado. ICAL

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El inicio de la recogida del girasol en la provincia de León comienza en estas fechas hasta finales de noviembre, los más tardíos. Esta campaña marcada por la sequía que ha afectado a todos los cultivos en mayor o menor grado, no ha sido tan dañina en los campos de girasol.

La provincia cuenta con 18.800 hectáreas de girasoles, que se reparten de una manera casi idéntica entre el secano y regadío.

Del total de la superficie del cultivo, 9.300 hectáreas pertenecen al regadío, en la que se esperan rendimientos que alcancen los 3.500 o 4.000 kilos por hectárea, lo que equivaldría a una media de 34.875 toneladas en la zona que más rendimiento dará.

En estas zonas donde el regadío está presente, el cultivo del girasol no es un cultivo atractivo para el agricultor porque, aunque tiene buenos rendimientos, no compiten con otros como el maíz, que genera unos mejores ingresos para el agricultor que busca, en muchas zonas modernizadas, recuperar las grandes inversiones realizadas en el campo. Por lo tanto la decisión de sembrar este cultivo se refleja en cuestiones de económicas de la PAC para rotar las parcelas, diversificar cultivos o introducir en sus tierras los denominados ‘cultivos mejorables’, que hacen que la cuantía económica percibida por el agricultor aumente.

Por otro lado, el secano obtendrá rendimientos muy inferiores a los obtenidos por las zonas de regadío, con rendimientos entre 800 y 1.100 kilos de pipas por hectárea.

Con estos rendimientos que el girasol augura tener en esta campaña, los agricultores esperan que el rendimiento y el precio vayan a la par en los mercados. En el caso de la Lonja de León, el precio de la tonelada de la pipa del girasol se encuentra a 460 euros por cada 1.000 kilos. Mientras que el año pasado por estas fechas, el precio de la tonelada del girasol llegaba a los 650 euros, debido al parón que la exportación de grano ucraniano, que provocó una demanda de aceite de girasol en toda Europa, elevando los precios de los productos y del propio aceite.

La previsión que Asaja hace en un comunicado es que con el precio al que se encuentra el girasol se recaudarían más o menos 19.750.000 euros, de los cuales 4,06 millones vendrían de la superficie de secano y 15,7 millones del regadío, lo que sumaría casi 20 millones de euros.

El principal destino que el girasol tiene en la provincia de León es la obtención de aceite para el consumo humano. Del oro líquido del girasol se produce en fábricas en las que se refina y se obtiene una pasta rica en proteína, se añade a los piensos para el ganado vacuno, porcino, bovino, ovino y cárnico, que se encuentran en ganaderías.

Otro fin, minoritario en la provincia, es la de las pipas para el consumo humano. Estas parcelas de regadío tienen contratos con empresas dedicadas a este producto. La variedad de la semilla es diferente, de un tamaño mayor que la destinada a la obtención de aceite.

En un momento en el que la sequía ha provocado un aumento en el precio del aceite de oliva, que llega a superar los 10 euros el litro, no se espera que esta subida se contagie al mercado del aceite del girasol.

Las extractoras españolas, sin problemas para obtener material que importan de países de la Unión Europea o de Ucrania, provocan una situación de desventaja a los agricultores españoles.

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