De viaje a
De viaje a Valdelugueros
Es un oasis blanco para los amantes de los deportes de invierno, un auténtico paraíso que refleja en la nieve toda su grandeza. El mushing, las travesías en raquetas o el esquí de fondo son sólo algunas de las opciones que ofrece este municipio leonés, situado en plena reserva de la Biosfera y rodeado por montañas majestuosas
Valdelugueros es un oasis blanco para los amantes de la naturaleza y de los deportes de invierno. Un auténtico paraíso que refleja en la nieve toda su grandeza.
Hasta allí peregrinan cada año viajeros de todo el mundo para perderse entre sus montañas y disfrutar de una especialidad deportiva que en el puerto de Vegarada tiene su particular Alaska.
El mushing ha echado raíces en este municipio leonés, convertido ya en un referente nacional de esta modalidad nórdica que hunde sus huellas en plena montaña central. Este año, debido a la falta de precipitaciones, no pudieron celebrarse los eventos que estaban programados para el mes de febrero, pero las nevadas de los últimos días han vuelto a teñir de blanco las pistas y a lo largo del fin de semana se podrá ver a los deportistas entrenar junto a sus perros y trineos. Merece la pena.
El impresionante puerto de Vegarada, situado a 1.550 metros de altitud, está en el corazón de la Cordillera Cantábrica, en plena reserva de la biosfera de los Argüelles. Lo conocen, incluso, al otro lado de los pirineos. El Ayuntamiento de Valdelugueros se ha empeñado en que este enclave leonés sea un lugar de culto para los que disfrutan con la nieve y la naturaleza en estado puro. Ofrece todo lo que demandan los amantes de los deportes de invierno.
En el valle de Vegaradada hay cinco pistas de paseo por la nieve y esquí de fondo que completan una oferta integral que abarca todos los meses del año. Es un lugar único para disfrutar de la montaña o hacer alguna de sus rutas en raquetas, algo que resulta hipnótico si se contempla ese mar de nubes que se funde con la nieve en un destello que a veces ciega por su belleza.
Allí es fácil desconectar de todo. Lo saben bien los que han subido con esquís de travesía al pico Jeje, uno de los macizos más emblemáticos de Vegarada, donde la simbiosis con la montaña es total.
Valdelugueros ha desplegado, además, una red de servicios e infraestructuras para que los viajeros pernocten en el municipio, convertido ya en uno de los destinos más atractivos del invierno y en punto de encuentro de familias y visitantes en verano.
Pero este municipio leonés no es sólo nieve. Cuenta con espacios naturales únicos para practicar espeleología, como la cueva de LLamazares. Hay también un ramillete de rutas de senderismo y una piscina natural que se fusiona con todo el entorno y que, difícilmente, puede encontrarse en otros lugares.
Resulta un destino perfecto para el turismo, las actividades al aire libre o el descanso. Es un tesoro en el norte, uno de los lugares más fotografiados de la provincia leonesa, que embelesa por su belleza y engancha por la hospitalidad de su gente. Sencilla.
La Pista de Faro, la de Vega de Coruñón, la de Roldán, la de Vegarada o la del Salto están perfectamente acondicionadas para recorrerlas estos días en esquís. Valdelugueros está a poco más de 60 kilómetros de la capital leonesa. Aproximadamente una hora de viaje hasta el camino más corto para llegar, desde la ciudad, al puerto de San Isidro por la vertiente de Riopinos.
Pero hay mucho más que hacer allí. Y que contemplar. Su privilegiada localización hace de Valdelugueros una obra maestra, donde maridan las nubes y la nieve, o el agua de ese Curueño mágico abrigado por las montañas.
Está al alcance de todos. Sin distinciones. Allí se puede respirar el aire más puro de la montaña leonesa mientras se disfruta de un buen vino o de su gastronomía. Quien lo conoce repite.