Editorial | La pesada carga de la inflación daña claramente a toda la sociedad

El año 2021 concluye hoy con un grave problema sanitario sin solventar y con una economía que se asoma al abismo, puesto que la crisis generada por el covid empieza a expandir sus tentáculos a las economías domésticas con un imparable alza de los precios. Como ya ocurrió con la recesión iniciada en 2007, que tardó en extender a la economía real lo que era un problema evidente en la banca o la construcción, ahora resulta inaplazable la necesidad de que las cosas se normalicen cuanto antes. Pero el panorama con el que llega este 2022 es, como mínimo, preocupante. La realidad de los bolsillos de los leoneses es mucho peor que meses atrás. Sus ingresos no van a crecer ni mucho menos al mismo ritmo al que se están disparando los precios que pagan por los bienes y servicios. Y a pesar de los reiterados esfuerzos por hacer propaganda política sobre el asunto, la realidad es que los recibos de la luz y los costes que se abonan por los combustibles se están disparando hasta niveles no conocidos desde hace décadas. Este conflicto no sólo daña a las familias, supone una amenaza real para muchas empresas que ven como los costes se disparan cada día que pasa poniendo en cuestión su propia viabilidad. La economía se basa en la confianza y probablemente irían mejor las cosas con otras formas de hacer las cosas, sin tanta ocurrencia ni tanta pugna política. Un poco de diálogo, consenso y buen hacer mejoraría este 2022 sin duda.

,Texto

+Texto

GTexto