Mañueco exige al Gobierno una «actuación decidida» ante la sequía

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, exigió ayer al Gobierno de España y a la UE que «tomen la iniciativa» ante la sequía que está marcando la campaña agraria de este año, y aseguró que, desde el Ejecutivo autonómico, complementarán las medidas «que se tengan que tomar» para hacer frente a este problema.

Un contexto que además, en su intervención en la Feria de Maquinaria de Lerma (Burgos), recordó Mañueco que es «problema de todos», por lo que reclamó unidad para «hacer frente a la difícil situación» reseñando que el Gobierno de Castilla y León que preside «estará al lado del sector del campo».

Se unió a la reclamación que realizan las organizaciones profesionales agrarias para exigir una «actuación decidida» desde la Mesa nacional de la sequía para «dar respuesta a las reivindicaciones de Castilla y León», que pasan por un incremento de la inversión en los regadíos de la Comunidad, una «mejor planificación hidrológica», un aumento de la capacidad de regulación del agua y un perfeccionamiento del sistema de seguros agrarios.

Mañueco mostró la disposición de la Junta para tomar «todas las medidas necesarias» a través del «diálogo constante con el sector» y en «rigurosa coordinación» con las actuaciones que se impulsen «a nivel nacional y europeo», desde la perspectiva de que el campo es «una de las señas de identidad de Castilla y León» gracias a los profesionales que «trabajan por demostrar que el suyo es un sector dinámico, pujante y que apuesta por la innovación».

Llamó así a hacer un repaso por la evolución histórica del sector primario para darse cuenta de «la profunda modernización y transformación del sector» durante los últimos años, por lo que, ante la «situación complicada» que atraviesa el campo en la actualidad por la sequía y la «inflación desbocada», Mañueco quiso mostrar su cercanía al afirmar que «desde la Junta queremos afrontar la sequía a vuestro lado».

La sequía amenaza a CyL

La memoria meteorológica es muy frágil y, a pesar de que en algunos lugares de la Comunidad este mes se han batido récord de temperaturas, en abril de 2011 también fue un mes cálido y ocurrió a principio de mes, con varios días con temperaturas máximas superiores a 25 grados en Soria, una de las provincias nevera de España.

La escasez de precipitaciones, el prematuro deshielo en las cumbres en febrero y las temperaturas propias de un verano hacen presagiar que Castilla y León está a punto de entrar, al igual que otras comunidades ya afectadas por la falta de agua, en un año difícil por la falta de precipitaciones.

La vegetación sufre, aparecen nuevas enfermedades que afectan a los árboles de los bosques, las cosechas se merman y probablemente, de continuar con esta tendencia de días tórridos y ausencia de precipitaciones, algunas zonas de Castilla y León sufrirán en verano restricciones de agua.

Será en ese momento, según Greenpeace, cuando la sociedad tome conciencia de que el líquido elemento es fundamental para la vida y que debemos adoptar medidas y trabajar por paliar los efectos del cambio climático. Solo cuando llega la sequía socio económica la población, según el colectivo ‘verde’, toma conciencia de la necesidad de que exista una política hídrica y medio ambiental acorde a los tiempos.

El delegado de la Aemet en Castilla y León, Manuel Antonio Mora, explica que teniendo en cuenta la temperatura media del mes de abril tendrá carácter de muy cálido en la mayoría de las zonas. Este episodio de calor propio del verano en primavera ya ha registrado algunos récords como los 29,3 ºC de Ávila registrados el jueves, superando ampliamente el anterior récord para el mes de abril (26,6 ºC el 8 de abril de 2011) y Valladolid con 30,1 ºC (anterior récord 29,6 ºC el 29 de abril de 005).

Respecto a las precipitaciones han sido «muy escasas» y a esto hay que añadir, según Manuel Mora, que los meses de febrero y marzo también fueron muy secos, de forma que el balance en el año agrícola (a partir de 1 de septiembre de 2022), y pese a que los meses de diciembre y enero fueron muy húmedo y húmedo, respectivamente, resulta negativo en algunas zonas.

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, tilda de «cabrón» al mes de abril, y recuerda que para el sector el año 2017 fue «catastrófico», el 2019 y 2022 «malo» y este puede ser «malo o muy malo». En lo que vamos de año en Castilla y León han caído entre 70 y 75 litros de agua por metro cuadrado, que es la «llave» para contar con una buena campaña, han caído entre 3,4 y 5 litros por metro cuadrado. «Con esta pluviometría y las heladas de mediados del mes de abril parece mentira que el campo aguante», relata con tono de «cabreo».

«Ha pasado de costar sembrar 500 euros la hectárea a más de 1000. Con este contexto la economía agraria y ganadera está en precario. Además se suma la subida de los intereses, por lo que peligra la viabilidad de las explotaciones», apunta. Dujo reconoce que, de momento, el campo aunque se resiente está «mal» en CyL, frente a la «catástrofe» que viven otras zonas de España. Sin embargo, vaticina que el campo de la Comunidad podría sufrir las consecuencias de tornar hacia un clima árido e igualarse a otras zonas en las que la campaña está pérdida si continúa sin llover y con temperaturas anormalmente altas.