Unión institucional con Extremadura para reabrir el tren en la vía de la Plata

Varias instituciones de Castilla y León y Extremadura, incluyendo las que el pasado 31 de octubre firmaron en Salamanca la declaración institucional para la recuperación del corredor ferroviario de la Ruta de la Plata, se reunieron ayer en el Salón Noble del Ayuntamiento de Plasencia con el objetivo de concretar las próximas acciones encaminadas a conseguir la reapertura del tren en su tramo Plasencia- Salamanca.

Se unen a la petición la Universidad de Salamanca y la de Extremadura, así como la Universidad Nacional a Distancia, las diputaciones de Cáceres, Badajoz y Salamanca, la Junta de Extremadura y la de Castilla y León y los dos Consejos Económico y Social de las dos comunidades autónomas.

Todas las instituciones mostraron ayer su disposición a «implicarse» en este proyecto cuyo cierre supuso, según refleja la declaración institucional, «un corte total de los flujos de mercancías y pasajeros de norte a sur por el corredor oeste español y obligó a tener que pasar obligatoriamente por Madrid aumentando los kilómetros a recorrer, los costes, los tiempos y también la contaminación» y resulta imprescindible para «el empleo, creación de oportunidades, desarrollo logístico, diversificación del sistema productivo y frenazo a la despoblación».

Tras el encuentro, que se prolongó cerca de una hora, los asistentes acordaron solicitar una reunión de manera «urgente» al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. El objetivo de la misma es hacer llegar al nuevo ministro, Óscar Puente, la declaración institucional y conocer cuál es «la intención real» del Ejecutivo para este proyecto «fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo de las regiones afectadas».

Según recordó el Ayuntamiento de Salamanca, que estuvo representado en la reunión celebrada en la ciudad extremeña de Plasencia por el alcalde, Carlos García Carbayo, mediante un comunicado remitido a la agencia Ical tras la reunión, la decisión de cerrar el ferrocarril de la Ruta de Plata en su tramo Plasencia-Astorga, fue determinada en el año 1984, un año después en 1985 se eliminó el transporte de pasajeros y en 1997 llegó el cierre total con la clausura del tráfico de mercancías.

Esto supuso la eliminación del transporte por ferrocarril en los municipios situados entre las ciudades de Plasencia y Salamanca, «limitando de manera drástica sus posibilidades de desarrollo y conexión con el resto de España».

Aunque la apertura del tren de la Ruta de la Plata ha seguido vigente a lo largo de las décadas en la agenda política de las localidades afectadas y en el pacto por el ferrocarril, no ha sido hasta 2023 cuando la necesidad de esta conexión recibió el apoyo de Europa considerando la infraestructura como «imprescindible dentro del corredor atlántico» que se está impulsando para vertebrar la logística en todo el continente europeo en sus diferentes vertientes.