Un traje a medida inmaculado hecho por el sastre de su padre

Zarzuela no dejó nada al azar. La imagen que ayer proyectó la princesa Leonor la acompañará el resto de sus días. Forma ya parte de la historia, del álbum oficial de la que está llamada a convertirse en la futura jefa de Estado. Para su jura de la Constitución el día en que cumplió 18 años, la heredera de la Corona eligió un dos piezas en color blanco inmaculado. La princesa de Asturias alcanzó la mayoría de edad con la sobriedad como bandera, con un atuendo de tal sencillez que contrastaba con la etiqueta marcada para los hombres que la acompañaron en el estrado del Congreso, vestidos con chaqués.

En su día, en el juramento de su padre, las mujeres vistieron de largo. La princesa Leonor se recogió el pelo en una coleta y lució unos discretos pendientes de la marca Gold & Roses, creados en oro rosa de 18 quilates, diamantes y tanzanitas, de tal forma que el protagonismo absoluto recayó sobre el Toisón de Oro que prendía de la solapa de su inmaculado traje pantalón. Un ‘look’ que recordó, tanto por el color como por el corte, al que vistió su madre en la pedida de mano hace ahora dos décadas. A diferencia del italiano Armani de doña Letizia, la heredera ha optado por la sastrería artesanal Serna, donde también confeccionan algunas piezas al Rey, entre ellas las que llevó en su boda. La joven completó su estilismo calzando el modelo Maleo de la firma alicantina Lodi, de 145 euros.