Diario de León

De la A-76 al Ponfeblino, las obras que vienen

Los dos proyectos de infraestructura pública darían un nuevo impulso al sector

Ponferrada

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La comarca del Bierzo tiene abiertas expectativas ante la posibilidad que, después de décadas, puedan comenzar obras públicas de calado, como puede ser la construcción de la autovía de Ponferrada a Orense —la A-76— y el tan traído y llevado Ponfeblino.

En el caso de la autovía, hay avances para lo que se refiere al primer tramo del trazado, desde Villamartín de la Abadía a Requejo. Lo último es que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) somete a información pública el proyecto de construcción de la ‘Autovía A-76 Ponferrada– Ourense en el tramo Villamartín de la Abadía – Requejo’, con un presupuesto estimado para las obras de 126 millones de euros (IVA incluido).

La actuación tiene por objeto desarrollar con el grado de detalle exigido a un proyecto de trazado y de construcción, la conversión en autovía del tramo actual de la N-120 entre Villamartín de la Abadía y Requejo, bajo el nombre de la futura autovía A-76. El proyecto prevé el inicio del tramo mediante la conexión directa entre las autovías A-6 y la A-76 con dirección a Madrid, y la conexión de la A-76 con la carretera N-VI a través de glorietas. Los ramales unidos darán lugar al tronco de la A-76. La actuación proyectada incluye, entre otras cuestiones, un enlace de acceso a Toral de los Vados y el Polígono Industrial del Bierzo, un enlace de acceso a Requejo y Covas, un nuevo viaducto sobre el río Burbia y otro paralelo al viaducto del Marco.

El Mitma ha señalado que no siempre ha sido posible seguir el trazado de la actual N-120, existiendo tramos con trazado independiente a la antigua nacional, para garantizar una velocidad de proyecto mínima.

El Bierzo tiene otras dos grandes obras públicas pendientes y por un importe de en torno a los cuatro millones de euros cada una. Es el caso, en primer lugar, de la anhelada modernización de los regadíos del Canal Bajo del Bierzo, cue tiene como paso previo la concentración parcelaria en las zonas afectadas con un inversión de 3,8 millones de euros. La superficie que se pretende concentrar asciende a 2.889 hectáreas de terreno repartidas en nada menos que 5.700 parcelas distintas, lo que da una idea de las dificultades que plantea el minifundio en la comarca.

La modernización del Canal Bajo con un presupuesto de hasta 40 millones de euros, está en los planes de mejora del regadío del Gobierno y así lo han agradecido organizaciones como la Asociación Berciana de Agricultores y Ugal-UPA. La modernización del regadío será financiada por la empresa pública Seiasa en un 70 por ciento y la Junta de Castilla y León en un 30 por ciento más.

Pero si hay un proyecto por el que el Bierzo lleva pugnando desde hace más de dos décadas, una inversión vertebradora del territorio que tiene además un potente vínculo sentimental y emocional con la identidad de la comarca ese es el del proyecto del tren turístico Ponferrada-Villablino, popularmente conocido como Ponfeblino.

El año comenzaba con la confirmación de que los fondos europeos de Transición Justa concedían al Consorcio del Ponfeblino los cuatro millones de euros que había solicitado. De esos cuatro millones, algo más de un millón y medio servirán para reparar infraestructuras dañadas o en mal estado de conservación como las vías, los túneles, los puentes, los pasos a nivel, y algo más para reparar el material móvil. El resto se lo lleva el pago del IVA y en menor medida de la consultoría externa que ha ayudado al consorcio a presentar el proyecto a los fondos europeos.

El proyecto, eso sí, contempla la recuperación del trazado que existe entre Cubillos del Sil y Villablino, aunque la cercanía de las elecciones haya resucitado propuestas para que el trayecto parta de Ponferrada

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