Diario de León

Este año el Belén se monta en casa

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León

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maría Carnero

rComo está ocurriendo en todos los ámbitos de la sociedad, la pandemia provocada por el covid va a condicionar este año una de las tradiciones más arraigadas de las navidades leonesas, los belenes. Por estas fechas, siempre ha sido costumbre acercarse a algunos de los muchos pueblos de la provincia famosos por el esmero y el cuidado que ponen al colocar sus nacimientos, verdaderas obras de arte, e incluso de ingeniería, en movimiento, capaces de atraer cada año la visita de miles de personas.

Pero este año, las restricciones y el sentido común obligan a no abrir al público la mayor parte de ellos, sobre todo los que más flujo de visitantes suelen tener. Al no poder garantizar el distanciamiento social y para evitar en la medida de lo posible la propagación del virus, la mayor parte de los belenes cierran este año por Navidad, por lo menos, al público.

Es el caso del nacimiento de Cerezales del Condado, que este año no abrirá las puertas de la sede la Junta Vecinal por primera vez desde 1980 para mostrar su belén, compuesto por más de mil figuras repartidas en 84 metros cuadrados de exposición, y que dan vida 54 motores, más de cien bombillas y cuatro bombas de agua.

Entre los más famosos, y que también este año sopesa su apertura al público, está el de Cabañas Raras, en el Bierzo, con más de 625 figuras, muchas de ellas en movimiento.

En la misma comarca está el de Folgoso de la Ribera, que definitivamente no abrirá este año, con más de medio siglo de antigüedad, y que es punto de encuentro de miles de belenistas que cada año acuden a esta localidad berciana a admirar los numerosos detalles de esta espectacular instalación.

El belén de Jiménez de Jamuz es también uno de los más visitados de la provincia por el cuidado de sus detalles. En sus 50 metros cuadrados de extensión no falta ni un detalle en la representación de las distintas escenas. Tanto es el cuidado en la puesta en escena de este nacimiento que hay un completo dispositivo de luces.

Todo tipo de belenes salpican de tradición y buenos deseos los distintos puntos de la geografía leonesa, porque ésta es una tierra en la que se toma con mucho esmero esta costumbre. Desde la capital leonesa, hasta Ponferrada, La Bañeza, Astorga, Sahagún, Cistierna, La Robla, Valencia de Don Juan, todos pueblos lucen por estas fechas sus nacimientos, siempre que la distancia social lo permita.

Cabe destacar la labor realizada cada año por la Asociación Belenista de León. Este año, han decidido suspender todas las actividades del programa de Preparación a la Navidad, que contaba con la participación de las Aulas Corales Municipales, la Ruta de los Belenes, el Concurso de Belenes, o la Exposición del Belén, que con una asistencia de 9.000 personas ya era un clásico en la capital leonesa.

Pero para seguir con la tradición desde la asociación piden a todos los belenistas que coloquen su Belén, bien sea en casa, en el escaparate de su comercio, para que no se pierda la ilusión de la Navidad.

Todo indica entonces que es el momento de retomar la tradición en casa y de instalar los belenes en la intimidad del hogar, donde la colocación de las piezas es también todo un ritual que se convierte además en un acontecimiento familiar, que viven con especial emoción los más pequeños capaces de montar originales e ingeniosos nacimientos.

La costumbre de representar las escenas del nacimiento de Jesús y de la visita de los Reyes Magos con figuras se remonta a la Edad Media, más concretamente al siglo XIII. El origen de dicha representación, tal y como la conocemos en la actualidad, se la debemos a San Francisco de Asís.

Todos los estudios coinciden en que fue el santo la persona que inició la tradición en la Navidad de 1223.

El belén representa a Jesús, María y José en un pesebre, o según otras tradiciones, en un establo, granero o cueva, donde, según el evangelio de Lucas 2,7, nació el niño. La tradición acompaña el pesebre de una mula y un buey. A partir de ahí, se puede instalar todo un mundo de personajes y escenas, como la llegada de los Reyes Magos, los recurrentes pastores, lavanderas, panaderos, soldados romanos o artesanos. También es costumbre representar un río, las montañas y otras demás construcciones.

Los hay más clásicos, en los que no faltan los más fieles detalles de la época, y también más modernos, donde incluso se pueden representar escenas más propias del presente, con algunos guiños a la actualidad.

Lo que no puede faltar es la estrella sobre el pesebre, símbolo para que los Reyes Magos puedan orientarse y encontrar el lugar donde nacerá Jesús.

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